El país supo de Édgar Coral Almeida a inicios del 2011, cuando el presidente Rafael Correa lo denostó en una sabatina. “Me dicen que el traficante de tierras en Pisulí se llamaba o se llama Édgar Coral, nunca más estos tipos por aquí”, manifestó. Los moradores de ese populoso barrio quiteño reaccionaron con una silbatina que enfureció al mandatario.

Ellos defendieron a Coral, pues lo reconocían como un líder que les ayudó a regularizar sus terrenos. El agravio le costó a Correa una denuncia penal y una demanda civil, que al final fueron archivadas.

Coral nació en Bachillero (Manabí), un pueblo entre Portoviejo y Tosagua, hace 65 años. Fue a Quito a estudiar Arquitectura en la Universidad Central del Ecuador (UCE). Llegó a ser presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador a fines de los setenta. Lo logró sin vincularse a ningún partido. Recuerda que en esa época el Movimiento Popular Democrático (MPD) recién se formaba y aún no ingresaba en la UCE.

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Sus actividades como dirigente le impidieron graduarse. Cuenta que las autoridades le negaron la matrícula por mala conducta, por protestar.

A inicios de los ochenta, cooperó con la restructuración urbana de Cangahua, en el noroccidente de la capital. Ahí conoció a los habitantes que se habían organizado para ocupar la hacienda Pisulí, que pertenecía al Ministerio de Salud Pública, y él les ayudó. “El déficit habitacional hizo que yo me incluya en esa aspiración de la gente humilde”, afirma.

Presidió la Federación Nacional de Cooperativas entre 1997 y 1999. Ese año fundó en Pisulí el Colegio José Martí.

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Fue opositor a Correa. En 2007 inscribió el movimiento Unidad Popular para candidatizarse a la Asamblea de Montecristi, pero no lo logró. Aclara que no tiene relación con el MPD, que siete años más tarde usaría ese mismo nombre en la reinscripción de su partido.

En 2010 planteó la revocatoria del mandato contra el alcalde de Quito, Augusto Barrera. Dice que su oposición le trajo retaliaciones, por ejemplo, el Gobierno cerró el colegio José Martí e inició la liquidación de la Cooperativa de Vivienda Pisulí, que él creó. Entre las represalias, Coral cuenta una multa del Municipio de Quito por supuestamente lotizar un terreno sin permisos.

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Se graduó de abogado por la Universidad Particular de Loja a los 40 años. Hizo una maestría en Derecho Penal en la UCE. Es candidato a Ph. D. por la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela).

En 2011 abrió su estudio jurídico y en 2020 creó con sus hijos la empresa Terranovaconstructores Cía. Ltda. También practica el periodismo.

Ha declarado $ 4,32 de impuesto a la renta en once años, aunque no presentó declaraciones en 2018, 2019 y 2021, según registra el SRI.

En junio pasado se integró como veedor del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, para vigilar la regulación de tierras. Ahora como candidato plantea la creación de la Red Nacional Ciudadana Anticorrupción, para educar, transparentar y controlar el uso de los recursos públicos. “Mi finalidad es moralizar la administración pública”, afirma. (I)

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