A la altura del redondel de la Villaflora, en el sur de la ciudad de Quito, a cientos de manifestantes de varias organizaciones sociales les fue impedido el paso por parte de miembros de la Policía Nacional con bombas lacrimógenas. Esto mientras se alistaban para marchar en contra de las medidas económicas adoptadas por el Gobierno del presidente Daniel Noboa y, además, por el cumplimiento de 533 años de la llegada de europeos a territorios de América.
Pasadas las 10:30, los manifestantes intentaron comenzar su recorido, que tenía como objetivo llegar al parque El Arbolito, en el norte de la urbe. Sin embargo, fueron dispersados por miembros de la Policía Nacional con bombas lacrimógenas.
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Solo un grupo de los manifestantes logró pasar el cerco policial y militar que se instaló, mientras que el resto no lo logró. Para resguardar esta acción se indicó que se han desplegado alrededor de 400 uniformados.
Luego del primer incidente, los uniformados volvieron a dispersar a más manifestantes a la altura de la avenida Napo y se paralizó el transporte en la Ecovía.
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Varios grupos de manifestantes se enfrentan a los policías, mientras otros avanzan por las calles aledañas a la avenida Napo hacia el norte, con el objetivo de llegar a El Arbolito.
En la zona, varios locales comerciales cerraron sus puertas.
Asimismo, personas de los negocios han tenido enfrentamientos con manifestantes que ingresaron a sus comercios o lanzaron al interior de estos los restos de bombas lacrimógenas lanzadas por los policías.
Piden a los manifestantes que dejen trabajar y que se investigue a los dirigentes de las marchas que solo viven de azuzar a la gente.
Del otro lado hay gente que se solidariza con los manifestantes y piden que se deroguen las medidas como la eliminación de subsidio al diésel y terminen la agresiones a protestantes que quieren caminar pacíficamente.
Pablo Lastra, jefe policial del distrito Eloy Alfaro, manifestó que la movilización no podría darse debido a las restricciones vigentes en Quito tras el decreto ejecutivo emitido por el mandatario días atrás, con el que declaró estado de excepción.
Entre los organizadores de la marcha están la Coordinadora de Organizaciones de los Pueblos Indígenas de Quito (COIQ) y el Colectivo Warmikuna, así como organizaciones feministas, de estudiantes, trabajadores, comerciantes, artistas, artesanos, agremiaciones barriales, entre otros.
“¡Fuera Noboa, fuera!” es la consigna que corean los manifestantes.
Cirio Guzmán, director del Colegio de Abogados de Pichincha y secretario de la Federación Nacional de Abogados (Fenade), mencionó que la movilización se da en rechazo a la actitud autoritaria del mandatario, y dijo que es él quien debe buscar el diálogo ya que ha sido el mismo Gobierno quien ha desatado un escenario de violencia.
José Villavicencio, vicepresidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), recordó que no solo protestan este domingo en pedido del regreso del subsidio al diésel, sino también para exigir que se combata la inseguridad y se declare en emergencia la salud y la educación, y para que se atiendan las necesidades de los ecuatorianos.
Villavicencio subrayó que el pedido de que el Gobierno se haga a un costado surge por la indolencia que está demostrando esta Administración.
Entre el jueves y viernes últimos, como parte del Plan de Defensa de Quito, para resguardar a la ciudad durante el feriado y ante la amenaza de movilizaciones y una toma de la capital de sectores indígenas y campesinos, cerca de 5.000 soldados y más de 1.000 policías han sido desplegados a lo largo de la ciudad.
(I)