Ante un panorama en el que la trata de personas se ha convertido en un fenómeno hemisférico y global, Estados Unidos mantiene vigente un mecanismo que busca proteger a las víctimas que llegan a su territorio: la visa T, un estatus migratorio creado para víctimas de estas prácticas y que colaboran con las autoridades estadounidenses en la lucha contra redes de traficantes de personas.





















