El planteamiento de los legisladores del correísmo de activar el proceso de destitución del presidente de la República, Guillermo Lasso, por grave crisis política y conmoción interna, no posee los 92 votos que se necesitan para ese propósito.

La posibilidad de aplicar esa figura constitucional, contemplada en el artículo 130 de la Constitución, la expuso el legislador de la bancada Unión por la Esperanza (UNES) Juan Cristóbal Lloret, en la sesión plenaria del 20 de junio, pues afirmó que el propio mandatario admite en sus decretos ejecutivos que el país vive una grave crisis política y conmoción interna.

A criterio del legislador hay tres salidas para la crisis que vive el país: la primera, el mecanismo de diálogo con organismos de naciones unidas y otros sectores; la segunda, activar desde el Gobierno nacional la muerte cruzada; y, la tercera, desde la Asamblea Nacional iniciar el proceso de destitución. En los dos últimos casos, añadió Lloret, es legítimamente constitucional donde no se puede hablar de golpismo o conspiración.

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Para aplicar la tercera opción, esto es activar el artículo 130 de la Constitución, desde la bancada de UNES “hay absoluto desprendimiento porque al final del día la Asamblea Nacional también tendrá que irse”, anota Lloret.

Esto dice el artículo 130 sobre la destitución del presidente en Ecuador: ¿es aplicable en medio del paro nacional actual?

El político advirtió que si no se logra concretar acuerdos a través del diálogo, le tocará al Ejecutivo definir una salida constitucional, y si eso no ocurre en las próximas horas y los detonantes sociales siguen siendo los mismos, a la “Asamblea no le va tocar más que en las próximas horas de plantearse el 130 de la Constitución”, subrayó.

Este 21 de junio, circuló un documento que luego se dijo que es falso donde supuestamente la coordinadora de la bancada UNES, Marcela Holguín, dirigido al presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, pide la instalación del pleno para la destitución del presidente Lasso, por grave crisis política y conmoción interna que se ha desatado en el país desde el 13 de junio de 2022. Esa información fue desmentida por la legisladora.

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No hay votos

Para dar curso a un proceso de destitución del presidente de la República, según el artículo 130 de la Constitución, por grave crisis política y conmoción interna, se necesita del respaldo político de 92 asambleístas, que al momento en el legislativo no existen.

En ese propósito solo habría 47 voluntades provenientes del correísmo, las demás fuerzas políticas como el Partido Social Cristiano (PSC), Izquierda Democrática (ID), Pachakutik (PK) y la Bancada Acuerdo Nacional (BAN), no apoyarían según sus voceros.

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Esteban Torres, coordinador del PSC, comentó que es complejo llevar adelante un proceso de destitución del primer mandatario, porque primero no existen los votos ni van a existir en esta coyuntura y lo segundo es un proceso de destitución por causales, y eso no se resuelve en un solo día.

Además agregó que ese escenario es absolutamente inconveniente para el país, primero porque la Asamblea bien o mal está funcionando como resorte de contención institucional de las dos partes en conflicto. Su bancada no dará los votos.

El representante de la ID, Marlon Cadena, anunció que en las actuales circunstancias políticas del país “el remedio puede resultar peor que la enfermedad”, pues destituyendo a un presidente de la República no se solucionarán los problemas de fondo que reclaman los campesinos y los indígenas. La crisis responde a todo un proceso de negación estructural a las necesidades que han tenido estos sectores por años, donde la clase política no ha dado salida.

Cadena comentó que se tiene que tomar con mucha seriedad las alternativas de solución e insistió que para su partido político la destitución presidencial no constituye una salida.

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Según el coordinador de la bancada Pachakutik, Salvador Quishpe, “los correístas andan desde hace rato buscando cómo destituir al presidente de la República, vienen armando el ambiente para eso y lamentablemente el presidente Guillermo Lasso también ha contribuido para ese propósito”.

La falta de un gobierno para controlar los precios de los alimentos hace que se abone el terreno para que vuelva el correísmo y “lo peor de todo esto es que al parecer los correístas están tratando de regresar antes de lo que se pensaba, y ahora el correísmo se frota las manos esperando la caída”.

Dijo que el correísmo no está pensando en los diez puntos que pide el pueblo, sino rogando a Dios para que el pueblo se movilice más para justificar el caos y tumbar al gobierno, y no descansan en ese propósito.

El asambleísta comentó “yo no puedo levantar mi mano, dar el voto, para que vuelva el correísmo y retomen la agenda que incluía el entreguismo de los territorios de nuestros pueblos a las empresas mineras”.

La oficialista Ana Belén Cordero (CREO) indicó que para aplicar el artículo 130 de la Constitución, primero tendría que justificarse la grave crisis política y la conmoción interna cuando precisamente “ellos (correísmo) la fabrican, la financian y la invocan, pues todo esto no necesariamente responde a una protesta indígena”.

Manifestó que no es coincidencia que el correísmo aprovechándose de las manifestaciones quiere aplicar el artículo 130 de la Constitución e incluso pretenderán convocarlo desde la Asamblea, el problema que tienen es que no existen los 92 votos en el PSC, ID y BAN.

Cordero aseguró que el correísmo lo que pretende es “pescar a río revuelto”, cuando ellos han demostrado que tienen otros intereses distintos al movimiento indígena, pues en octubre de 2019 les interesaba incendiar la Contraloría del Estado donde reposaban expedientes del correísmo y ahora en la Fiscalía, lo propio. (I)