El Gobierno británico respaldó la construcción de una tercera pista en el aeropuerto de Heathrow, la mayor infraestructura aeroportuaria de Europa, en un plan cuyo coste total asciende a 33.000 millones de libras (más de 43.000 millones de dólares).

Esta pista, de 3,5 kilómetros, se ubicaría al noroeste del complejo y cruzaría la autopista M25. De acuerdo con el Ejecutivo, la ampliación podría entrar en operación en 2035.

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La secretaria de Transporte, Heidi Alexander, señaló que el proyecto de Heathrow Airport Ltd fue seleccionado como la “opción más creíble y viable”, por encima de la propuesta rival presentada por el Grupo Arora.

Destacó que la decisión permitirá avanzar hacia la obtención del permiso de planificación en 2029, siempre que la obra cumpla con las cuatro pruebas gubernamentales: criterios ambientales, económicos, de ruido y calidad del aire.

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Estamos actuando con rapidez y decisión para poner en marcha este proyecto y así poder aprovechar cuanto antes su potencial transformador para los pasajeros, las empresas y nuestra economía”, afirmó Alexander. Agregó que la propuesta de Heathrow mostraba una mayor madurez técnica, al incluir planes para desviar y reconstruir un tramo de la M25 bajo la nueva pista.

El proyecto rival de Arora planteaba una pista más corta, de 2,7 kilómetros, que no requería desplazar la autopista y que estimaba un costo menor, de 23.000 millones de libras (30.277 millones de dólares). Sin embargo, el Ministerio de Transporte concluyó que ambas alternativas tendrían impacto significativo sobre la M25 y que la opción de Heathrow ofrecía mayores probabilidades de obtener la aprobación dentro de la actual legislatura.

La pista, de 3,5 kilómetros, se ubicaría al noroeste del complejo y cruzaría la autopista M25. Foto: Cortesía

El plan gubernamental servirá como base para la revisión de la Declaración de Política Nacional de Aeropuertos, cuya consulta pública se desarrollará en julio del próximo año. Tras ese proceso, Heathrow deberá solicitar los permisos de obra. Cualquier empresa podrá presentar una oferta para la construcción de la pista y las nuevas terminales.

El aeropuerto proyecta destinar 21.000 millones de libras a la pista y 12.000 millones adicionales a infraestructura asociada, incluidas nuevas terminales satélite. Además, ha prometido otros 15.000 millones de libras en mejoras internas. La ampliación podría añadir hasta 760 vuelos diarios, elevando la capacidad anual a 756.000 operaciones y 150 millones de pasajeros. El proyecto sería financiado íntegramente con inversión privada.

Heathrow celebró la decisión y sostuvo que la expansión implicará “más conectividad, mayor comercio, mejor experiencia para los pasajeros y un impulso económico para las empresas británicas que participarán en su construcción”. No obstante, pidió al Gobierno y a la Autoridad de Aviación Civil mayor claridad regulatoria en la siguiente fase.

El Grupo Arora, presidido por el empresario Surinder Arora, expresó que continuará interesado en participar como posible promotor, pese al rechazo a su diseño. “Es fundamental que exista un proceso claro y transparente que garantice los intereses de los consumidores”, afirmó.

Grupos ambientalistas criticaron la expansión por considerarla incompatible con los compromisos climáticos del Reino Unido. Tony Bosworth, de Amigos de la Tierra, aseguró que el proyecto equivaldría a “construir un aeropuerto del tamaño de Gatwick dentro de Heathrow” y alertó que generaría más ruido y contaminación del aire para las comunidades cercanas. “Necesitamos decisiones basadas en evidencia, no una apuesta imprudente por nuestro futuro”, sostuvo.

El Departamento de Transporte, por su parte, reiteró que la ampliación deberá alinearse con las obligaciones de cero emisiones netas y que se consultará al Comité de Cambio Climático para evaluar la coherencia del proyecto con ese marco.

Heathrow defiende que la expansión es urgente porque el aeropuerto está operando al límite de su capacidad, lo que, según la empresa, afecta la conectividad y el comercio. Diversos grupos empresariales han respaldado la obra, al considerar que fortalecerá el acceso a mercados internacionales y fomentará la inversión. Entretanto, organizaciones ambientales, residentes y algunos políticos mantienen su oposición.

El Gobierno ya ha aprobado otras expansiones aeroportuarias, incluida una segunda pista en Gatwick. Sin embargo, la tercera pista de Heathrow sigue siendo la intervención más ambiciosa y polémica del sector aéreo británico en décadas. (I)