El Gobierno de Perú condenó enérgicamente los atentados ocurridos este jueves, 21 de agosto, en las ciudades de Antioquia y Cali, que dejaron al menos 18 fallecidos y 65 heridos.

Mediante un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y manifestó su solidaridad al Gobierno y al pueblo de Colombia “en este difícil momento”.

“Perú rechaza firmemente todo acto de violencia que socave la paz e integridad de la población y fuerzas de seguridad en la hermana República de Colombia”, indicó la Cancillería peruana.

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El pronunciamiento se dio luego de una reunión en Bogotá entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, en medio de la tensión diplomática por la falta de reconocimiento de Perú sobre una isla en la triple frontera amazónica con Brasil.

Venezuela también se pronunció en contra de los ataques que calificó como “atentados terroristas”. En un comunicado, el gobierno de Nicolás Maduro expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y reafirmó su rechazo a la violencia en todas sus formas.

“Venezuela reafirma su condena absoluta a la violencia en todas sus formas y, de manera particular, a los actos terroristas que atentan contra la paz y la seguridad de nuestros pueblos”, señaló el texto compartido por el canciller Yván Gil.

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Dos ataques en un mismo día

El primer atentado ocurrió en El Chispero, zona rural de Amalfi, en el departamento de Antioquia, donde un helicóptero de la Policía Antinarcóticos fue impactado mientras se dirigía a una operación de erradicación de cultivos ilícitos. Doce uniformados murieron en el hecho.

Horas más tarde, en Cali (Valle del Cauca), un camión cargado con explosivos fue detonado cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez (Emavi), dejando seis civiles muertos —entre ellos un menor de edad— y 65 heridos, según el balance de la Alcaldía. La explosión destruyó un tramo de la Carrera 8.ª, una avenida comercial muy transitada.

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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó la detención de dos sospechosos vinculados al ataque en Cali. Uno de ellos, identificado como alias Sebastián, pertenecería a las estructuras del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC. El mandatario aseguró que es una organización ligada a mafias internacionales del narcotráfico, con nexos en México, Albania e Italia.

“Estamos enfrentando una mafia internacional con bandas armadas aquí, no es una confrontación política”, declaró Petro tras encabezar un Consejo de Seguridad en Cali.

Aunque descartó decretar el estado de conmoción interior, el presidente anunció nuevas medidas por decreto para intensificar la lucha contra la producción y exportación de cocaína desde el Pacífico colombiano. (I)