El presupuesto es una herramienta de la que se puede valer alguien para hacer que las metas personales sean más sanas, ya que es un factor clave para alcanzar el total control del dinero.
En otras palabras, aunque se lea como algo engorroso al tener números, cuentas, restas y divisiones; el presupuesto es básicamente un registro previo y detallado por escritos de los ingresos totales y gastos en un plazo de tiempo específico.
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Forbes señala que al hacer un presupuesto, la persona percibirá al menos cuatro ventajas: la primera, lograr el control absoluto del dinero, pues se tendrá determinado cuánto se gana y organizar los gastos semanales, quincenales, o incluso mensuales.
La segunda ventaja es que al identificar los gastos necesarios, se evitan los innecesarios, de modo que las finanzas personales dejarán de verse afectadas por los conocidos gastos hormiga.
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En tercer lugar, la persona tendrá conciencia de cuánto puede ahorrar para alcanzar sus metas, bien sean a corto, mediano o largo plazo. También podrá hacer un fondo para cubrir emergencias e imprevistos.
¿Cómo se puede alcanzar la libertad financiera?
Finalmente, tendrá conocimiento de hasta qué punto puede endeudarse, lo que le podrá permitir pedir o acceder a posibles créditos si los necesita.
Cómo hacer un presupuesto
El portal Finanzas Prácticas recomienda seguir cuatro pasos para hacer un presupuesto:
1. Sumar los ingresos con el fin de determinar el monto neto que se recibe regularmente. En caso de que el pago sea una vez al mes, ese monto será el del salario que se recibe. Pero a medida que las fechas cambian, los cálculos también.
- Semanalmente: se multiplica por 4,333.
- Quincenalmente: se multiplica por 2,167.
- Dos veces al mes: se multiplica por 2.
- Independiente con ingresos irregulares: se guía por el comportamiento del último mes.
- Si se reciben otras fuentes de ingresos como los intereses de alguna inversión, bonos u otros pagos, estos también se agregan.
2. Pagarse a sí mismo es primordial, incluso antes de empezar a asignar el dinero a los demás gastos, es importante que se priorice el dinero para el propio ahorro. En este caso se recomienda guardar el 10% de los ingresos. Pero si es muy forzado, puede empezar de menos e ir subiendo de acuerdo a las posibilidades.
3. Calcular los gastos, escribir en papel todos los gastos necesarios previstos para la propia manutención, por ejemplo, alimentación, transporte, vivienda, servicios, entre otros. Se incluyen tanto los gastos fijos como los variables.
4. Que todo quede registrado para poder llevar el control de los ingresos y gastos reales. Esto se hace en una hoja de cálculo tipo Excel o con cualquier otra herramienta funcional.
(I)
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