La fiebre fue el primer síntoma. Algo no andaba bien con la salud de una parturienta. Le siguieron horas de dolor, malestar y una dificultad respiratoria.

En Texas, Krystina Pacheco había dado a luz, en octubre de 2022, a su segunda hija y la salud de ella, psicóloga de profesión, desmejoró 48 horas después.

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“Recuerdo que no podía respirar y que ya no era capaz de observar nada. Poco a poco me desvanecía y solo escuchaba a mi marido, diciéndome que no me vaya “.

“No te vayas, mis bebés y yo te necesitamos”, le repetía el esposo a Krystina. Los familiares de Pacheco estaban sorprendidos y temerosos. Hacía apenas dos días Krystina “había alumbrado sin complicaciones a la pequeña Amalia mediante cesárea”, dijeron a ABC News.

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¿Qué presentó esta madre hispana?

Pero, ¿qué pasó con esta mujer que había traído al mundo a la niña Amalia? La psicóloga lo contó a Good Morning America. Dijo que el primer paso, en medio de su cuadro, fue llevarla de emergencia a un centro de salud de San Antonio. Para ello la aerotransportaron.

“Ya no podía respirar, no veía más y poco a poco me iba apagando”, recordó la mujer que vive en la localidad de Pleasanton, junto a su esposo Jacob y su otro niño de 2 años.

En la casa de salud actuaron con urgencia. Tras la evaluación y primeros exámenes “se le diagnóstico un shock séptico, que es una reacción extrema del cuerpo a una infección”. Según Univisión, en el caso de Krystina, la bacteria detectada fue estreptococo.

El choque séptico es una caída grave de la presión arterial que provoca problemas muy anormales en la forma en que las células funcionan y producen energía. La progresión al choque séptico aumenta el riesgo de muerte: Mayo Clinic.

Krystina, publicó People en Español, fue conectada a una máquina de diálisis y otra de oxigenación.

“Necesito que estés aquí y me ayudes con nuestros bebés”. Eso es lo último que recuerdo de lo que decía Jacob.

“No nos querían decir qué tan cerca estaba de morir, pero podías entenderlo al ver sus rostros (de los doctores) cuando preguntabas”, señaló Jacob, el esposo de Pacheco a ABC News.

La vida no será igual: amputados sus manos y pies

Los medios estadounidenses que reseñan este impactante caso informan “que el agresivo tratamiento y las medicinas que se le administraron lograron salvarle la vida”.

Sin embargo, explican que dejó de llegarle sangre a sus extremidades y debió analizarse y asumir una dura decisión.

“Cuando el color negro que presentaban las manos y los pies de Krystina hicieron inevitable adoptar una decisión drástica, recuerda que se puso a llorar porque ‘mi vida ya no iba a ser igual”.

“Es una mujer fuerte”

Krystina salió del hospital. Volvió a casa, donde sonríe. Pese a todo, sonríe. La vida le dio una segunda oportunidad y, como decía su esposo, sus niños la esperaban.

La prensa, como ella y sus parientes lo saben, hablan del reto de adaptarse a vivir a plenitud con su discapacidad.

Jacob la admira: “Lleva la rehabilitación a tope”.

Esperan por la curación de sus heridas para las prótesis. “Krystina”, resalta el esposo, “es una mujer muy, muy fuerte”. (I)

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