La frase “Que vivan los novios” la dice Joanna Smykowski con tanta emoción en las bodas que nadie pensaría que en esas celebraciones ha llegado como intrusa. Pues sí, esta mujer lleva un tiempo asistiendo a festejos de matrimonio sin que tenga ningún nexo con las parejas.
Todo comenzó para Joanna, quien vive en Queens, un distrito de Nueva York, cuando encontró en Facebook una publicación de una novia que necesitaba invitados para llenar una mesa en su boda para cumplir con el requisito mínimo de asistentes del lugar, publicó People, citando a Business Insider.
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Joanna buscaba apoyo para su enlace y terminó demostrando su solidaridad con esa novia en apuros. Era el año 2020 y la oriunda de Queens “se había unido a varios grupos de novias locales en Facebook para que le ayudaran a planificar su boda”.
“Nunca había visto una publicación como esta antes, pero ir a la boda de un extraño me pareció divertido”, comentó.
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La mujer cumplió con el compromiso de esa novia y puede decirse que le agarró el gusto. Hoy, como le expresó a Businnes Insider, señala: “Voy a bodas de extraños por diversión”.
Esa primera vez, antes de decir sí a lo leído en Facebook, le planteó a su entonces novio la posibilidad de ir. De su pareja dice es un excelente conversador y se le da fácil conectar con la gente.
Por qué ir a bodas de desconocidos
Para Joanna, asistir al enlace nupcial de alguien es su idea de la velada perfecta. Encontró motivos para ir a las bodas de desconocidos: festejar, celebrar el amor y hacer nuevos amigos.
Con más de tres años yendo de intrusa a matrimonios reveló igualmente: “Las bodas son la excusa perfecta para tener una cita nocturna con mi marido”. Pero también añadió: “Si mi marido no está disponible para acompañarme, llevo a un amigo”.
Va segura. “Si alguien pregunta cómo conocemos a la feliz pareja, siempre decimos a través de la novia”.
Cómo disfruta la boda de desconocidos
Esa primera vez, al llegar a la recepción, Joanna notó que no eran los únicos que no conocían a los nuevos esposos. En su mesa estaban otros “invitados” que respondieron a la publicación en Facebook.
Antes, durante el coctel, con su pareja, disfrutó de la comida. Luego, “intentamos tener una idea de quiénes eran los novios mirando sus bebidas exclusivas, con adorables nombres de sus mascotas, y la decoración de bienvenida con fotografías de ellos”.
Joanna y su prometido se hicieron amigos de las otras personas que estaban en la mesa. “Bailamos en grupo durante toda la noche y charlamos durante la cena sobre nosotros y nuestros viajes de planificación de bodas”. En las otras fiestas, baile, conversaciones y risas no le han faltado.
Una invitada agradecida
Joanna dijo que, en esta modalidad, ha asistido a al menos cuatro bodas. Espera que sean muchas más.
La alegría que rodea a las bodas me da energía
Joanna Smykowski
Desde que fue a su primera boda como “intrusa” de bienvenida, Smykowski dice que se unió a un grupo de Facebook llamado “Hermandad de la invitada a la boda viajera, la dama de honor o la madre sustituta” para novias que necesitan apoyo en su gran día o mientras lo planifican.
Contó a Businnes Insider que “así las novias digan que no esperan nada, yo siempre doy un regalo. Nunca me presentaría en casa de alguien sin traer algo, y trato las bodas de la misma manera”.
Es una “invitada” agradecida. Dijo que siempre se acerca a la novia para presentarse y valorar el gesto por invitarla.
Para los que piensan que va a bodas de desconocidos de manera fría, sin ningún sentimiento que la vincule a los nuevos esposos respondió que nunca dirá que no a celebrar el amor y que sí se ha emocionado y hasta llorado durante los discursos y los primeros bailes.
(I)
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