“Dame fuerzas para no dejarme caer. Por tus hermanos, que me necesitan más ahora. Ellos sufren tu partida. Sé que no voy a dejar de recordarte cada minuto que pase. Gracias por tanto y perdón por no hacer nada mi amor”.
Un desgarrador mensaje de despedida publicó en redes sociales la madre de Noah, el pequeño que murió al descompensarse en un vuelo que debió regresar a un aeropuerto de Argentina.
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Noah, un nené con síndrome de Down, tenía dos años y había sido diagnosticado con leucemia.
“Estamos hechos pedazos sin vos”, escribe Yésica Soler y las letras recogen el dolor, ese grito que se ahoga entre el llanto.
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El infante, según Río Negro, “había permanecido un año en Buenos Aires por su tratamiento contra la leucemia”.
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Emergencia en el vuelo
Al mostrar mejoría, la familia optó por viajar a Resistencia, una provincia de su país, pero se presentó la emergencia en pleno vuelo de Aerolíneas Argentina.
Habían despegado del aeropuerto de Ezeiza, en la capital y la madre notó que algo no iba bien.
Llamó, angustiada, a las azafatas, quienes preguntaron si había un médico a bordo. En minutos, el comandante del avión notificó a la torre de control y regresó a la capital, tocando pista en el aeropuerto Jorge Newbery, conocido como Aeroparque, reseña Río Negro.
Dos galenos que estaban entre los pasajeros le hicieron a Noah maniobras de reanimación cardiopulmonar
Clarín
Una hora duró el vuelo la tarde del miércoles 12 de julio de 2023. Los pasajeros dan fe de los intentos de los galenos por ayudar al niño. Al llegar a Aeroparque, otros médicos esperaban para socorrer a Noah, pero, lamentablemente, el nené fue declarado muerto.
Las palabras de despedida
Yésica escribió en Facebook: “Espero que donde vayas no haya dolor y juegues con los autitos, los caballos y la pelota que tanto te gustaban”.
“Gracias por el gran amor que nos diste. Te voy a extrañar tanto... Mi niño, la verdad que sos un guerrero”, dijo con dolor, reseñó Clarín.
Mujeres y usuarios, en general, en redes envían sus mensajes de solidaridad: “Noah está más que orgulloso de la madre que le dio Dios”, le dicen.
“Si pudiera volver los días atrás, nos abrazaríamos más fuerte que todos los abrazos que nos dábamos. Danos fuerzas porque no tenemos, mi Tino (así lo llamaba la mamá). Estamos hechos pedazos sin vos”, se describió.
Como madre sabía, ante la enfermedad, que el desenlace sería inevitable. Y con dolor escribió: El día más triste de todos los que me quedan estar sin vos, mi niño guerrero. Tanto miedo tenía de que me dejes y mirá dónde estamos”. (I)