El candidato de centroizquierda Lee Jae-myung fue elegido presidente de Corea del Sur frente a su rival conservador Kim Moon-soo, según los resultados oficiales publicados el miércoles.
Tras el recuento de más del 98% de las papeletas, Lee ganó con el 49,2% de los votos, frente al 41,5% para Kim, según las cifras publicadas por la comisión electoral.
Lee, de 61 años, es un abogado especializado en derechos humanos, representa al Partido Demócrata (PD), una formación de centroizquierda que promueve políticas económicas liberales y una postura más conciliadora respecto a Corea del Norte.
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Su elección llega en un contexto de fuerte agitación institucional
En los últimos seis meses el país ha vivido la caída de un presidente por intento de golpe de Estado, una breve ley marcial, tres gobiernos interinos sin peso político y una sociedad profundamente dividida.
Lee arrasó con las elecciones que contaron con una participación cercana al 77% de los más de 44 millones de ciudadanos habilitados para votar.
Cerca de la medianoche, Lee se dirigió brevemente a la prensa desde la entrada de su domicilio para agradecer el respaldo recibido. “Cumpliré con mi responsabilidad y misión sin decepcionar las expectativas del pueblo”, expresó el mandatario electo.
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El triunfo de Lee también representa una revancha personal: en 2022 había quedado a las puertas de la presidencia tras una ajustada derrota.
Esta vez, el descontento social generado por el ex presidente Yoon Suk Yeol —quien instauró un régimen militar durante cinco horas en diciembre pasado y actualmente enfrenta cargos por insurrección— jugó un papel determinante en el vuelco electoral, castigando severamente al Partido del Poder Popular (PPP). (I)