En los últimos meses, el bitcóin y otras criptomonedas han tenido altibajos en su valor, estando muy distantes de sus valores máximos, como apunta un gráfico del portal Statista; sin embargo, la capitalización de mercado de estas monedas digitales todavía se valora en cientos de miles de millones de dólares.

El impacto que tienen las criptomonedas en el mundo no solo es económico —hay ejemplos relevantes de países que, como El Salvador, desean implementar el bitcóin como moneda de curso legal—, sino que también han tenido un efecto en el sector energético.

Un análisis elaborado por el Índice de Consumo de Electricidad de Cambridge, un proyecto de la Universidad de Cambridge, indica que la industria del bitcóin tiene un consumo estimado de alrededor de 74,18 teravatios por hora (TWh) al año, lo que representa un gasto energético mayor que el de países como Colombia (70,20 TWh) y Bangladesh (70,59 TWh), países con 50 y 134 millones de habitantes, respectivamente.

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Esta iniciativa proporciona una estimación en tiempo real de la carga y el consumo total de electricidad de la red Bitcoin. En la cifra de consumo anual de Bitcoin, se muestra una cifra anualizada de su consumo energético asumiendo un uso continuo de energía de la potencia eléctrica diaria que usa esta moneda virtual durante el periodo de un año. Por esta razón, la cantidad de energía mostrada en el sitio web puede variar al siguiente día.

Asimismo, una de las criptomonedas más populares, Ethereum, tiene un estimado consumo anual de 52,81 TWh, de acuerdo a la plataforma de análisis Digiconomist. Según este sitio web, estos valores son similares al consumo energético de Singapur.

¿Por qué las criptomonedas necesitan energía?

Toda acción realizada en internet requiere energía: cuando se realiza una consulta en un buscador, se envía un correo electrónico o se revisan las redes sociales. Sin embargo, en el caso del bitcóin, este necesita mucha energía eléctrica para seguir funcionando.

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El bitcóin, al ser una criptomoneda virtual, está gestionado por una red informática masiva entre pares (peer-to-peer). Para hacer un seguimiento de todo y mantener la seguridad de la red, utiliza una tecnología de libro contable mayor distribuido, llamado blockchain.

En este sistema se registran todas las transacciones, las cuales son almacenadas localmente por cada participante de la red (nodo), por lo tanto, todos reciben una copia y cada copia está vinculada a las demás. Los usuarios necesitan descargar y almacenar todos los datos de transacciones de cientos de miles de bloques individuales.

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Las transacciones se agrupan en bloques de datos, que luego se vinculan criptográficamente entre sí. Este proceso se denomina hash, función que sirve para asegurar la autenticidad de datos. El uso de esta estructura de información específica asegura que la manipulación del historial de transacciones (por ejemplo, la modificación de transacciones pasadas) será detectada inmediatamente por otros participantes de la red.

La cadena de bloques crece cada día a medida que los participantes especiales, llamados mineros, continúan agregando nuevos bloques de transacciones.

¿Cómo funciona la minería de bitcoines?

La “minería” de bitcoines implica resolver problemas matemáticos complejos para obtener nuevos bitcoines, es decir, los mineros de Bitcoin reciben esta criptomoneda como recompensa por completar “bloques” de transacciones verificadas, que se agregan al blockchain. Como indica un artículo del diario británico The Guardian, cuando la moneda se creó en 2009 se podían extraer bitcoines en una computadora promedio.

Sin embargo, dado que quienes crearon el bitcóin configuraron que hay un número finito de esta criptomoneda que se puede extraer (21 millones), con el tiempo los algoritmos que deben resolverse para obtener un bitcóin se han vuelto más difíciles.

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Ahora que se han extraído más de 18,5 millones de bitcoines, la computadora promedio ya no puede minar bitcoines. Se necesitan computadoras especializadas con tarjetas gráficas para realizar estas operaciones. A menudo, estas computadoras en las denominadas “plataformas mineras” están encendidas las 24 horas del día.

Las plataformas no solo absorben energía, sino que también generan calor. Muchas plataformas de minería tienen varios ventiladores de computadora integrados. Pero si se tienen varios equipos, la habitación se calienta rápidamente y requiere enfriamiento externo. Las operaciones pequeñas, como las dirigidas por individuos, pueden solucionar esto con ventiladores. Los centros mineros, sin embargo, necesitan unidades de refrigeración, lo que a su vez requiere aún más electricidad.

¿Qué se está haciendo para reducir el consumo energético de las criptomonedas?

Es importante indicar que si bien criptomonedas como el bitcóin y Ethereum tienen un gran consumo eléctrico, pues su sistema implica que computadoras con gran potencia deban estar en constante proceso para que estas monedas virtuales sean minadas y añadidas a la cuenta de un usuario, no todas las criptodivisas funcionan igual.

Un estudio elaborado por investigadores del Instituto Técnico de Massachussets y de la Universidad Técnica de Múnich estimó el consumo de energía de las 20 principales criptomonedas usando tasas de hash (número de intentos por segundo para resolver un bloque en la minería) de redes de criptomonedas y dispositivos de minería adecuados.

De acuerdo a su cálculo, encontraron que, de la potencial nominal total de estas 20 criptomonedas, el bitcóin y el Ethereum representan el 68,39 % y el 11,46 %, respectivamente, de los kilovatios consumidos. Otras monedas conocidas, como Litecoin (2,63 %), RavenCoin (4,32 %) y DogeCoin (2,51 %), tienen tasas mucho menores. Por lo tanto, el consumo energético de las criptomonedas recae en su mayoría en las dos monedas que lideran este ranquin.

Con respecto al bitcóin, no se está haciendo mucho para reducir su gasto eléctrico. En las últimas semanas se ha registrado un descenso en la estimación de los gigavatios consumidos, de acuerdo al índice elaborado por la Universidad de Cambridge, pero esto coincide con la devaluación que ha sufrido esta criptomoneda desde el mes de marzo, cuando su precio alcanzó un pico de 50.000 dólares. Actualmente, su valor ronda los 30.000 dólares.

En una entrevista con BBC en el mes de febrero, un cocreador de la herramienta de la Universidad de Cambridge, Michel Rausch, planteó esta posibilidad. “Realmente es por diseño que Bitcoin consume tanta electricidad (...), esto no es algo que cambiará en el futuro a menos que el precio del bitcóin baje significativamente”.

Statistic: Bitcoin price from October 2013 to June 25, 2021 (in U.S. dollars) | Statista
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Por su parte, Ethereum anunció en el mes de mayo que cambiará su modelo de minería a uno llamado “prueba de participación”, en el que, en vez de que las computadoras intenten resolver cálculos, estas máquinas se seleccionarán al azar para crear bloques para el blockchain, mientras que las computadoras que no fueron seleccionadas validarán los bloques creados. Con este cambio, que se espera completarse en este año o en 2022, se desea reducir el consumo de energía en un 99,5 %. (I)