Alina Mirro es de Rusia, pero su corazón palpita por México. Hace 7 años conoció en San Petersburgo a Marco Antonio González. “Yo no hablaba ruso, ella no hablaba español”, recordó el hombre que se enamoró de la mujer criada en Siberia y con la que levanta a una familia en Chalchihuites, Zacatecas.

“Yo soy Marco, ella es mi esposa Alina y él es mi hijo Klim. Somos una familia un poco loca. Yo soy 300% mexicano, pero mi corazón es mitad japonés y mi familia es rusa. Mi hijo se desarrolla en un ambiente de 4 idiomas, el español, el inglés, el ruso y el japonés”, narra Marco en un video subido a TikTok.

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En esa red su esposa se mueve como pez en el agua y se hace llamar Alina “La Rusa” en México.

Marco Antonio viajó a Japón para estudiar sobre al agro para cuando volviera a su casa en Chalchihuites le apostara a su rancho. Esa era su meta, su sueño. Tener un rancho y “contribuir al desarrollo de México y su gente”.

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“Yo viví 10 años en Japón, desde los 18 hasta los 28 años”, contó a medios digitales de su país. Gracias a una beca hizo su carrera, una maestría y al tiempo laboraba en una empresa nipona. Su carrera estuvo relacionada con los agronegocios

Cuando tocó partir de Japón decidió emprender un viaje alrededor del mundo. En año y medio estuvo en 50 países. A la fecha lleva unos 70 países conocidos.

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Alina, la rusa; y el mexicano: “Fue amor a primera vista”

En San Petersburgo el destino lo unió a Alina, quien estaba en su país luego de pasar unos meses en Estados Unidos.

-¿Madre mía, Santa Lucía, para dónde voy? Así recuerda Alina su reacción al ver que Chalchihuites en Zacatecas, de donde es su actual esposo, no aparecía tan destacado en Google Maps.

Pero decidió viajar. Aceptó la invitación y desde hace siete años no se han separado. Contó más. Estuvo un tiempo en Estados Unidos y dice que le gustó de los mexicanos la energía, su alegría. Son trabajadores, reconoció.

Viajó a San Petersburgo y confesó que tenía una idea en su cabeza: “Si me llego a casar va a ser con un mexicano. Madre mía, así fue… estoy casada con un mexicano. Fue a amor a primera vista”.

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Alina, la rusa en México

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Cultura mexicana y rusa fusionadas

Alina señaló a Telemundo que le costó entender a la suegra. “No sabía que era cacerola”. Comenzó de cero a hablar español. Junto a ella aprendió a preparar caldo de res y, a su vez, la madre de su pareja ya conoce el caldo ruso.

El 20 de noviembre de 2023 en un video gritó al mundo: “Hoy en este día especial quiero anunciar que soy mexicana al 100″ y contó preguntas que le hicieron en el examen de naturalización: sobre el ángel de la independencia, Pancho Villa y hasta quién creó el Banco de México.

Alina ya está compenetrada con la cultura del país de su pareja. Confiesa que le gusta el chilito (picante) y en TikTok ha mostrado anécdotas y detalles del Día de Muertos, mariachis, disfruta la música de banda y hasta habla de leyendas como la que conoció de amigos en Zacatecas.

Comparte con Marco Antonio la descripción que él hace de los mexicanos: “Somos gente de bien, noble, alegre y trabajadora. Todos en México son bienvenidos, vengan a disfrutar, a hacer negocios, turismo, a relajarse. Los esperamos con los brazos abiertos”.

“Aquí me siento en casa (…) Lo primero que yo vine a ver es si en Zacatecas encontraba betabel (remolacha) y papas. Con eso podemos sobrevivir”.

Esta rusa ha incorporado la gastronomía de su país a los platos mexicanos y en la mesa de Chalchihuites, ahora, destaca que los acompaña siempre con tortillas de maíz. “Me gusta mucho comer”, dice feliz Alina “La Rusa” en México. (I)

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