“No hay interés, nos queremos mucho, sentimos amor puro”. Esta frase destaca en una historia de amor que desde Paraguay cobró interés internacional.

Luego de siete años de relación amorosa, Rufina Ibarra y Juan Ramón Portillo dijeron el “Sí, acepto”. Han llamado la atención mundial que ha visto cómo ella da gracias a Dios “haberle enviado a este muchacho tan bueno”.

Sus edades siguen siendo comentadas, pasada la concurrida celebración, organizada por un vecino, Walter Candia, y a la que asistió buena parte de la población de Lima, departamento de San Pedro.

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Al acontecimiento lo llamaron “La boda del año” en Paraguay. La noche del viernes 21 de abril de 2023, Rufina, de 70 años, se unió en matrimonio civil con Juan, de 27.

Sí, se llevan 43 años de diferencia. La boda civil cerró un pasado empedrado para ambos. La celebración disipó amargos momentos en los que por la edad fueron rechazados y criticados, hasta por familiares, recordaron.

El amor les llegó sin importar las edades

Rufina narró que antes de enamorarse de Juan, permaneció 9 años sola. Contó que era locutora de la emisora 89.9 Corazón del Norte y Juan pidió su número de teléfono. Se escribían constantemente y el joven le mandaba sus fotografías.

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Luego de un mes, fue a visitarla y 30 días después de aquel encuentro, ya se fue a vivir con ella, publicó Última Hora.

Para la pareja y amigos más íntimos, la edad es un número. Se volvieron sordos ante los comentarios desagradables.

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Así el amor comienza y en el amor no hay edad

Rufina Ibarra, recién casada

“Entendernos y respetarnos en algo muy grande. En las buenas y en las malas estamos juntos. Trabajamos juntos para llevar el pan de cada día”, respondió Rufina al periodista Carlos Aquino.

“Es grande la diferencia de edades, pero en el amor no hay edad. Nos llevamos muy bien, nos queremos mucho, estamos juntos hace siete años”, dijo según el medio citado.

Dios me mandó a este muchacho tan bueno

Rufina Ibarra, recién casada

“Toda persona merece ser feliz”, celebró Alicia Cardozo, una de las invitadas a la boda.

Rufina y Juan hacen énfasis en su situación económica y señalan que detrás de ese amor que declaran no hay interés por dinero ni bienes materiales.

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Los dos, dicen, son humildes. Trabajan de macateros vendiendo ropas usadas, entre otras cosas, explica Última Hora.

La agencia EFE divulgó que la municipalidad tramita la entrega de un terreno para que puedan construir su casa propia.

La boda del año

Más de mil invitados fueron a presenciar la boda civil, celebrada en el tinglado municipal de la ciudad de Lima.

La comunidad colaboró con los gastos de esta unión. “Me siento muy agradecida porque mucha gente me apoya y me quiere. Me regalaron de todo, vestido de novia, traje, sillas, tarjetas de invitación. Me siento contenta”, comentó la novia, según EFE.

La municipalidad de Lima ofreció un espacio para la ceremonia, con 60 mesas y 3 mil bocadillos, a la que se sumaron 7 agrupaciones musicales que se ofrecieron para animar la velada, reseñó el diario Última Hora.

Los novios llegaron en vehículos antiguos. Ella vistió de dorado y en su cabello lució un tocado de flores.

A Juan lo acompañó su madre. Tomados de las manos entraron al lugar del casamiento.

El champán y el blanco fueron los tonos de la decoración. Tampoco faltaron las flores

Diario Última Hora

Emocionados, intercambiaron anillos y firmaron el acta que los declara marido y mujer. Los aplausos estallaron.

Ya casados, Rufina y Juan abrieron la pista de baile con el tradicional vals. La prensa dice que “la ceremonia superó las expectativas que provocó el matrimonio de Nadia Ferreira (también paraguaya) y Marc Anthony, considerado hasta este entonces la boda del año”. (I)

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