El papa Francisco llegó a Portugal y en su primer día en ese país que acoge la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se reunió con el clero en el monasterio de los Jerónimos.

En su discurso, el sumo pontífice confesó que la Iglesia “vive tiempos difíciles” y que “los países de antigua tradición cristiana, afectados por muchos cambios sociales y culturales, están cada vez más marcados por el secularismo, por la indiferencia hacia Dios y por un creciente distanciamiento de la práctica de la fe”.

Para el papa, esta situación “a menudo se acentúa por la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia” y, en algunos casos, aclaró: “por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro (de la Iglesia)”.

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Jornada Mundial de la Juventud arranca este martes en Lisboa

Esto llama “a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas”, dijo el papa ante los obispos, religiosos, religiosas y seminaristas, en un discurso en el que no pronunció la palabra abusos.

Además hizo un pedido de escuchar el “grito de dolor de las víctimas” de abusos sexuales.

En febrero pasado, un informe de expertos independientes reveló que al menos 4.815 menores habían sido víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950. Las mismas fueron encubiertas por la Iglesia de forma “sistemática”.

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La cúpula eclesiástica pidió perdón a las víctimas y reconoció que había que “cambiar la cultura de la Iglesia”, pero según un sondeo, el 68% de las personas interrogadas consideraban que la imagen de la institución se había deteriorado.

El Vaticano confirmó que se reunió este miércoles con 13 víctimas de abusos sexuales.

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Antes del encuentro, el papa también pidió a Europa ser una constructora de puentes para la paz en Ucrania.

“Mirando con cariño sincero a Europa, en el espíritu de diálogo que la caracteriza, nos saldría espontáneo preguntarle: ¿hacia dónde navegas, si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo?”, cuestionó Jorge Bergoglio en su primer discurso, ante las autoridades y el cuerpo diplomático.

“El mundo necesita a Europa, a la verdadera Europa; necesita de su papel de constructora de puentes y de paz”, reclamó el pontífice, quien abogó reiteradamente por el fin del conflicto que se desató con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. (I)