Miles de personas acudieron el miércoles 23 de abril a la Basílica de San Pedro para rendir homenaje al papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años. Con la apertura de la capilla ardiente, la jornada estuvo marcada por una procesión constante de fieles, obispos, cardenales y miembros del personal del Vaticano que se acercaron para dar su último adiós.