Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, informó este domingo que dejará su cargo tras haber estado menos de un año al frente del gobierno. La decisión llega luego de que su partido sufriera importantes derrotas en las elecciones legislativas, lo que le hizo perder la mayoría parlamentaria en ambas cámaras.
Esta renuncia añade un nuevo elemento de inestabilidad a la política japonesa en un contexto complejo: el país enfrenta una inflación más alta de lo previsto y los efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos, que han golpeado fuertemente a la industria automotriz, uno de los pilares económicos del país.
Ishiba, de 68 años, asumió la dirección del Partido Liberal Democrático (PLD) en 2024, lo que lo llevó a convertirse en jefe de gobierno. En una conferencia de prensa, confirmó su decisión:“He decidido renunciar como presidente del Partido Liberal Democrático”, declaró, después de que varios medios adelantaran su salida.
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Añadió que, tras la finalización de las negociaciones con Estados Unidos sobre las tarifas comerciales, considera que “es el momento adecuado para dar un paso al costado y ceder el espacio a una nueva generación.”
Pese a la tensa guerra comercial internacional, Japón logró recientemente que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, firmara un decreto que reduce los aranceles a los autos japoneses, parte de un pacto bilateral. Mientras Estados Unidos había elevado aranceles para productos de múltiples países, el gobierno japonés consiguió que el impuesto a sus automóviles se fijara en un 15%, frente al 27,5% inicial, y que otros bienes también se beneficiaran de esta reducción.
Aunque fue un logro para la administración de Ishiba, requirió un gran esfuerzo diplomático, incluyendo el envío de un representante a Washington para asegurar que el decreto fuera firmado, luego de surgir dudas sobre la viabilidad del acuerdo alcanzado en julio.
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Shigeru Ishiba, parte de la minoría cristiana en Japón e hijo de un exgobernador, asumió el liderazgo del Partido Liberal Democrático en 2024, después de varios intentos, y se convirtió en primer ministro ese mismo año. Llegó al poder con promesas de renovar el país, impulsar las zonas rurales y enfrentar el envejecimiento poblacional.
Sin embargo, tras convocar elecciones anticipadas, su partido sufrió una dura derrota en octubre de 2024, y en julio perdió también el control del Senado. Esto desencadenó una creciente presión interna que terminó forzando su renuncia menos de un año después de asumir el cargo. (I)