Las familias estadounidenses se reúnen este jueves para celebrar el Día de Acción de Gracias, aunque muchas se ven obligadas a preparar una cena más austera debido al aumento en el precio de algunos ingredientes, algo que el presidente, Donald Trump, niega.

El pavo es el plato estrella de esta festividad, que se celebra el último jueves de noviembre para conmemorar un banquete que compartieron colonos ingleses y nativos en 1621 para celebrar que hubo una buena cosecha.

Según Datasembly, que hace investigaciones de mercado, el precio del pavo bajó un 2 % este año, aunque el costo total de una canasta de Acción de Gracias con 11 productos aumentó un 4,1 %.

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Algunos negocios ofrecen pavos con descuentos para mitigar el posible impacto que tiene el aumento del restos de ingredientes.

En los pasillos de un supermercado de Washington, Jamie se detiene a comprobar cuánto cuestan este año los productos que necesita para la cena: “Todo está mucho más caro que el año pasado, por mucho que lo niegue Trump. Esta Administración tiene una relación muy tensa con la verdad”, asegura a EFE.

El mandatario republicano, que ganó las elecciones con la promesa de rebajar los precios de alimentos y gasolina, reivindica como un éxito de su Gobierno el hecho de que Walmart, una de las principales cadenas de supermercados, haya rebajado un 25 % el precio de su cesta de ingredientes de Acción de Gracias, el más bajo desde 2019.

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Pero el contenido de la cesta, que cuesta menos de 40 dólares, se redujo de 29 a 24 artículos. Desaparecen las cebollas, los boniatos, la mezcla para magdalenas, los malvaviscos y la nata montada.

Cenas con menos ingredientes

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Los datos oficiales indican que Estados Unidos registró una inflación interanual del 3 % el pasado septiembre, los últimos disponibles debido al cierre de Gobierno que se prolongó durante octubre.

Con estas cifras, muchos consumidores están convencidos de que se paga más dinero por menos cantidad de comida.

Ryan, otro vecino de la capital, considera que el encarecimiento se nota especialmente en los productos básicos: “Las especias, algunos productos frescos y hasta el caldo de huesos están al menos un dólar más caros que en 2024”.

A su lado, Garey lo resume con humor resignado: “Al final vamos a tener que comernos el pavo sin guarnición”.

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Algunos se decantan este año por celebraciones más modestas y menús simplificados: “Ya no nos podemos permitir hacerlo todo tan elaborado y complicado como antes”, comenta Dalia mientras llena su carrito.

Connie, que compra cada año los mismos ingredientes para su cena, también se muestra escéptica sobre la supuesta rebaja de precios: “Repiten su versión una y otra vez -en referencia al Gobierno de Trump- esperando que la gente les crea, pero todos sabemos cuáles son los precios”.

De acuerdo con una encuesta de la cadena CBS, el 60 % de los estadounidenses cree que Trump presenta la situación económica como “mucho mejor” de lo que realmente perciben los ciudadanos.

Récord de desplazamientos

Los estadounidenses se reúnen esta semana con sus familias y se espera una temporada récord de viajes, con pronósticos de más de 73 millones de personas desplazándose por carretera y 31 millones viajando en avión, la temporada más ajetreada en 15 años, según datos del secretario de Transporte, Sean Duffy.

El tráfico aéreo ha recuperado la normalidad tras la reducción de vuelos provocada por el reciente cierre del Gobierno federal, algo que había inquietado a muchos estadounidenses que planeaban viajar en estas fechas.

Sin embargo, una potente tormenta invernal y fuertes lluvias en el norte del país amenazan con complicar las vacaciones en algunos estados. (I)