Todos los inmigrantes han pasado por un “duelo” que no debe confundirse con el síndrome de Ulises, “una condición que afecta a aquellas personas que dejan sus países de origen tratando de buscar nuevas oportunidades en un lugar nuevo y en esa experiencia presentan síntomas como ansiedad y depresión”.

Entrevistada en Univisión la psicoterapeuta Liliana Wolf destaca que ese síndrome lo experimentan algunos inmigrantes al dejar atrás a sus familias, amistades, costumbres, etc.

Publicidad

El psiquiatra Joseba Achotegui, señalan en Ayuda en Acción, fue quien dio nombre al síndrome de Ulises. Este especialista indicó que a ese síndrome lo alimenta: la separación forzada, el miedo a perder la vida en el camino, la lucha por comer cada día, las amenazas de las mafias.

En ese site recuerdan que “en la vida de quien emigra todo cambia de golpe y el cambio es mayor cuanto más lejos vaya. No solo deja atrás a los amigos o a la familia, también el paisaje, los olores, la lengua, las costumbres”.

Publicidad

Vivir en Estados Unidos: los obstáculos que enfrentan los inmigrantes que piden asilo tras ingresar al país

Migrantes descansan en tiendas de campaña en el albergue Juventud 2000, en Tijuana, Baja California (México). Foto: EFE/ Joebeth Terríquez

Como detectar el síndrome de Ulises de los inmigrantes

Este atento a los síntomas:

  • Depresión
  • Ansiedad
  • El nivel de carencia: no todos los inmigrantes lo van a experimentar afortunadamente. “Todos vivimos el duelo del inmigrante –añorar al país, nuestras costumbres, nuestras comidas- pero hay personas que la ‘llevan peor”, señala Wolf.

No hallar trabajo afecta el estado anímico.

Al igual que encontrarse con situaciones difíciles de rechazo.

Sentir que no se puede adaptar a las condiciones nuevas que lo rodean.

Haber sido forzado, de alguna manera, a dejar su tierra.

Evitar el aislamiento

La persona con síndrome de Ulises no se siente involucrado con la comunidad y hay un aislamiento que perjudica aún más.

Es natural sentir tristeza, manifiesta Wolf, “pero si te vas aislando, no buscas contacto con tu entorno, te quedas solo con tus pensamientos y lamentablemente esos suelen ser negativos”.

Busca ayuda o ayudemos si además de aislamiento hay:

  • Tristeza
  • Llanto
  • Añoranza
  • Confusión mental
  • Cambios en el patrón de sueño

El consejo de la psicoterapeuta es: ¡conéctate!

Enfatiza Wolf que “el ser humano ha nacido para conectar y allí va a estar su salvación”.

La especialista invita: “Toca puertas, busca ayuda, acércate a la Iglesia, a la comunidad hispana/latina y podrás conseguir el apoyo que tanto necesitas. Escuchando a otros que han pasado por tu misma situación, hallarás herramientas para salir de ese estado”.

(I)

Te recomendamos estas noticias