La Patrulla Fronteriza ha detenido este jueves a cientos de refugiados que se agolpaban en al menos dos puertas de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos a la altura de la localidad de El Paso (Texas).
En la víspera del fin del Título 42, una medida de la era Trump que permitía la expulsión de migrantes desde Estados Unidos por temas sanitarios como la pandemia de covid-19, miles de ellos han optado por cruzar el río Bravo desde México y entregarse a la patrulla fronteriza.
Los migrantes le temen a la norma que quedará vigente, el Título 8. Si bien permite acoger solicitudes de asilo, también acelera expulsiones, deportaciones y sanciones como prohibir el ingreso al país a quien intente cruzar irregularmente.
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Después de varios días siendo aglutinados por los agentes en dos numerosos grupos en las puertas 40 y 42 de la valla, a unos 16 kilómetros al este de la ciudad de El Paso, los fueron sacando en autobuses primero y más tarde en furgonetas.
En la puerta 40, salían en fila, muchos cabizbajos, algunos con las manos esposadas a la espalda e iban subiendo en los vehículos que desde antes de las siete de la mañana y hasta las 10.30 fueron cargándose con los refugiados y saliendo en dirección a los centros de detención de la Patrulla Fronteriza.
Después de vaciar la zona en la que se encontraban, entre la muralla de cinco metros y medio y el río Bravo, todavía territorio estadounidense, procedieron a limpiarla de plásticos y otros restos que habían dejado los migrantes.
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Hacia el mediodía, el proceso se repitió en la puerta 42.
Los detenidos tendrán que ser procesados por la Patrulla Fronteriza que decidirá si pueden comenzar el proceso de solicitud de asilo o si los expulsa.
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En los últimos tres días, agentes fronterizos intimidaron y persuadieron a cientos de refugiados indocumentados que se encontraban acampados en torno a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de El Paso, para que se entregaran voluntariamente a las autoridades si no querían ser detenidos a la fuerza.
Asimismo, en las últimas horas, el alcalde de El Paso, Oscar Leeser, ha anunciado que la ciudad cuenta con 4.400 nuevas camas para dar cobijo a migrantes, pero solo a aquellos que hayan pasado el triaje de la Guardia Fronteriza.
Desde Washington, también se ha insistido en el endurecimiento de las medidas antimigratorias.
Tras el vencimiento del Título 42, se aplicará el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos y, además, el Gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México.
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Estas nuevas medidas consideran “no aptos” para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU.
Campaña para disuadir a migrantes
Paralelamente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) acaba de lanzar una campaña publicitaria para persuadir a los migrantes latinoamericanos que huyen de sus países de que no entren en Estados Unidos.
“No hagas caso a lo que dicen los contrabandistas: infórmate sobre el sistema de inmigración de EE.UU.”, asegura un mensaje del DHS en su página de Twitter.
We are a nation of immigrants and a nation of laws. We are doing everything possible to enforce those laws in a safe, orderly, and humane way. Get the facts: https://t.co/2NWF48ERFn pic.twitter.com/SZNidokHVl
— Homeland Security (@DHSgov) May 11, 2023
Este departamento de seguridad precisó que la campaña se llevará a cabo en países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Colombia, y también se difundirán los mensajes “a lo largo de la ruta migratoria y en las plataformas de redes sociales más populares entre los migrantes”.
“El coyote (contrabandista de personas) nos estafó. Entrar ilegalmente en EE. UU. es un delito. Dígale no al coyote” se puede leer en español en un texto escrito en rojo y blanco sobre una imagen de una familia de migrantes de espaldas con dos hijos, y que forma parte de esta campaña.
Sobre otra fotografía, pero esta vez de una patrulla fronteriza, está impresa la frase: “Las leyes migratorias de Estados Unidos siguen vigentes. Cruzar ilegalmente es un delito”.
Don’t listen to smugglers – get the facts about the U.S. immigration system. This new digital ad campaign sends messages directly to potential migrants in Central and South America that U.S. immigration laws are tougher under Title 8. https://t.co/fKLrb9YevF pic.twitter.com/aKSck37LWI
— Homeland Security (@DHSgov) May 10, 2023
En otra instantánea de dos migrantes siendo subidos a un avión para ser deportados se lee: “Cruzar ilegalmente es un delito: Tiene consecuencias”.
Un tercer volante digital dice: “Las leyes migratorias de Estados Unidos se endurecieron. El Gobierno de Estados Unidos está haciendo cambios para aumentar las consecuencias por ingreso ilegal al país, comenzando el 12 de mayo”.
“Estas consecuencias incluyen la deportación, una prohibición de reingreso de 5 años y el enjuiciamiento de infractores reincidentes”, continúa el mensaje, antes de advertir de que “aquellos que no sigan la vía legal para ingresar en EE. UU. podrán ser considerados como ilegibles para asilo”. (I)