Estados Unidos, bajo el argumento de combatir el flujo de drogas hacia su territorio, ha intensificado su presión hacia Venezuela en las últimas semanas. Con un despliegue militar que incluye ocho buques de guerra, un submarino nuclear y más de 4.000 efectivos, las Fuerzas Armadas estadounidenses patrullan el Caribe, cerca de las costas venezolanas, siguiendo las instrucciones del presidente Donald Trump y su Departamento de Defensa.


















