El agua de la inundación cubrió el tubo de escape, los faros, focos y las llantas de un Kia Río del 2018 que atravesaba una inundación en Mapasingue Este, en el norte de Guayaquil, este jueves 23 de marzo, en medio de la tormenta eléctrica que afectó a la ciudad.

El conductor decidió acelerar y embragar para intentar pasar la inundación y ponerse a buen recaudo en una parte más alta, pero el vehículo se apagó y no volvió a encender.

La opción que le quedó fue remolcar su automóvil a un taller. El diagnóstico es uno de los más negativos que un auto afectado en una inundación puede llegar a tener. En este caso, los brazos de biela (de los pistones) se torcieron porque entró agua al motor, explica el mecánico Eduardo Vera León.

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Si la inundación cubre la zona dónde el auto está apagado y estacionado el paso a seguir depende del nivel de agua que haya. Si esta ingresa al interior del vehículo o cubre más arriba de la mitad de sus llantas y el tubo de escape, lo mejor es no encenderlo y remolcarlo directamente hasta un taller mecánico, recomiendan los especialistas.

“En caso de que llueva muy fuerte y el agua empieza a pasar el nivel de las llantas del carro, hay que esperar a que baje la inundación, revisar que el aceite esté bien y de pronto allí prenderlo”, aconseja Vera.

El mecánico Edison Granizo afirma que si el agua llega a la mitad de la llanta el consejo es dejar que repose hasta que baje el nivel de la inundación y de allí encenderlo.

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”Se lo puede prender, pero el problema es que al rodarlo los otros carros generan olas y en ese movimiento el agua puede entrar al motor, por los filtros de aire y de admisión, entonces es mejor no rodarlo”, agrega.

Si el agua no ingresó a la parte interna se puede encender tras una hora, contada desde que bajó el nivel de inundación, asegura.

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Si el carro se inunda lo recomendable es que un mecánico lo revise, ya que lo más probable es que el agua ingresó al motor o a la caja de cambio. “Se puede mojar la computadora cuando los autos son automáticos”, advierte Vera.

Es más peligroso cuando el auto está en marcha y queda atrapado en una inundación, como el caso del Kia Río.

Al estar en esta condición lo mejor es seguir, mantenerlo acelerado (también embragando) para evitar que una gran cantidad de agua ingrese por el tubo de escape hasta llegar rápido a una zona más alta y allí detenerse y esperar, afirman los mecánicos.

Pero si el agua ingresa al auto y cubre por encima de la mitad de las llantas el consejo es detenerse y apagar el vehículo hasta que descienda la inundación. De allí remolcarlo o tratar de encenderlo tras verificar que no haya daños mayores.

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“Hay que tratar de estacionarse en un sitio seguro y apagar el vehículo hasta que vaya bajando el nivel del agua. De ser así, hay que alzar el capó y verificar los niveles de agua y aceite”, recomienda.

El paso a seguir cuando el automóvil se inunda es revisar el socket, las conexiones eléctricas, limpiarlas y echarles un espray que limpia los contactos. “El agua afecta, oxida las partes y provoca que no hagan bien contacto. El electricista se encarga de aflojar los sockets, limpiarlos y volver a conectarlos. En la parte mecánica hay que revisar si el agua ingresó al motor, la caja de cambios, los rulimanes y frenos también se oxidan, son muchos aspectos”, indica Vera.

En algunas ocasiones se moja el distribuidor y se apaga. “En los carros modernos, cuando el agua sube a cierto grado que incluso absorbe agua por la admisión (filtro de aire), se tuercen los brazos de biela (de los pistones), el motor queda trabado, no gira más y el carro se queda botado, ese es uno de los peores escenarios”.

Los brazos de biela (de los pistones) se pueden torcer (izq.) cuando un auto queda atrapado en una inundación. Este es uno de los peores escenarios. Foto: CORTESÍA

El arreglo bajo estas condiciones es más arduo porque se debe desarmar el motor, cambiar los empaques y las chapas, reemplazar los brazos de biela. El costo puede superar los 800 dólares.

“Se puede gastar mucho más dependiendo de la marca del vehículo, a veces se rompen los brazos de biela, el motor sigue girando y los brazos terminan rompiendo el motor por sus costados, en ese caso hay que parcharlo. De llegar a pasar el precio puede llegar a 1.200 dólares. Esto puede pasar cuando el agua entra al motor”.

En el caso del Kia Río, solo en repuestos el costo llegará a 500 dólares, más $ 200 de la mano de obra. En este valor no se incluye el lavado de la alfombra que debe ser retirada y secada lo antes posible. Mientras más tiempo, el olor a humedad irá empeorando.

“Hay que sacar toda la alfombra y hacer una limpieza, retirar el agua. Hay carros cuyo módulo del motor está por el reposapiés o en las partes laterales, entonces hay que secar”, indica Granizo. (I)