Retratar el alma no parece una tarea sencilla, pero es lo que se propone Lucho Mariño cuando tiene en frente a una persona que padece de algún cáncer, como él. No busca captar un rostro temeroso a la muerte, sino una cara de dignidad, de lucha por la vida, y la solidaridad aun en momentos difíciles.

Lucho fue sometido a una gastrectomía, cuenta que su estómago fue extirpado por completo el 23 de noviembre de 2020 tras detectarle tumor, cáncer gástrico y un mes después se separó de su esposa y sus dos hijos, por decisión propia, no quiere someterlos al sufrimiento de verlo cuando tiene fuertes dolores. “Puede ser egoísta. pero es mi manera de protegerlos de que sufran más”, señala al confesar que le cuesta hablar del tema, pero conversa con ellos a diario y nunca se ha desvinculado de sus obligaciones de proveedor y menos se ha privado de su amor, más allá de los momentos en que lo golpea la soledad.

Hombre en el Quilotoa es una de las fotos del portafolio de Lucho Mariño y puede comprarse en sus plataformas digitales. Foto cortesía Foto: © Luis Mariño Carrera

Niños pueden vencer el cáncer: Empezó con fiebre leve, luego llegaron los moretones y el vómito con sangre, pero ahora él está bien y juega fútbol

Publicidad

“En octubre del 2020 me diagnosticaron el cáncer y a partir de ese momento cambió mi vida”. Fue el mismo día que él cumplía 40 años. Lucho tiene estudios de comunicación, manejo de crisis comunicacional, pero su pasión es la fotografía y a ello se ha aferrado al punto que hoy las fotografías hechas durante su carrera se han convertido en su sustento y patrimonio.


Pero hay más: La fotografía es la herramienta que redescubrí para la causa que yo tengo, que se llama ‘Lucho contra el cáncer’. Es una causa que busca visibilizar a través de la fotografía y a través de contar historias, en nuestras plataformas, de personas que padecen mi misma enfermedad, pero mostrándoles desde la dignidad, de esa fortaleza que la gente saca, no desde la lástima ni nada por el estilo”.

Publicidad

Las miradas de Dios, así tituló Lucho Mariño a esta gráfica. Foto Cortesía

Dice que entender lo que ellos viven le ayuda “a poder captar el alma, o gran parte de ella” y son las fotografías que comparte en el proyecto.

‘Dijeron que era alergia, luego conjuntivitis hasta que el ojito se le brotó. Allí supieron que era cáncer’, dice madre de niña hospedada en albergue que funciona en casa de futbolista Cristhian Noboa

Publicidad

Explica que la causa la maneja con varias personas y usan como canales de comunicación las redes Facebook, Instagram y Twitter, además de la fan page en la que consta incluso su número personal. A diario Lucho dice recibir hasta 15 mensajes de personas de diferentes partes del Ecuador para contarle de sus malestares y se dan ánimo mutuamente.

“Cuando tengo un poco de tiempo les doy una llamada y me pongo a conversar con ellos o en la madrugada, cuando tengo mucho dolor, me pongo a responderles los mensajes y les digo ‘bueno, vamos, esto es así, es fuerte pero con un poco de fe, con tratamiento y determinación vamos a vencer’, entonces es una forma también de apoyar. Pero te cuento que a ‘Lucho contra el cáncer’ se han sumado personas y un laboratorio que se llama Oncolab, que auspicia gratuitamente a todas las personas que participan en el proyecto ‘Lucho contra el cáncer’, a quienes cuentan su historia y son fotografiados por nosotros les patrocina de por vida los exámenes de laboratorio para esta enfermedad”.

Este paisaje es parte del portafolio que se puede comprar en la iniciativa Lucho contra el cáncer. Foto cortesía Foto: Luis Marino Carrera

Cuando Lucho habla de que su vida cambió no es simbólico. A él le gustaba comer bien, aprendió a cocinar por eso y no le importaba hacerlo una vez al día, siempre que fuera un buen potaje. Ahora debe comer mínimo seis veces al día, muy poco, masticar bien y consume muchos productos nutricionales.

Su hija tiene 15 años y su hijo 5. Ella sabe de la enfermedad de su padre: “Mira, hija, ha pasado esta situación, te lo digo porque te respeto mucho y no quiero ocultarte cosas, tú ya eres grande y quiero que sepas que a papá le diagnosticaron esto, pero no significa que papá va a dejar de luchar”. Así recuerda la conversación con la pequeña que como toda su familia terminó muy golpeada. “Yo al ver eso tuve la motivación de no derrumbarme porque si mi familia estaba mal yo tenía que sostenerles”, relata.

Publicidad

Habla de determinación y de que ‘Lucho contra el cáncer’ tiene mucho de sus hijos porque es una forma de contagiarles el amor que tiene por la vida.

Lucho vende las fotos hechas durante su carrera. En el catálogo hay paisajes, rostro, detalles de personas o lugares y permite la compra en distintos formatos para impresión. “Con ellas me puedo ayudar, al menos en algún porcentaje con mis gastos” y otra parte para la organización a la que aspira a que lleguen más colaboraciones.

Se describe como un hombre sencillo, que le encanta abrazar a desconocidos -hace un profundo silencio- y pide un segundo: “Soy una persona que disfruta mucho de las personas, de los niños, de los viejos, de las personas, soy un tipo muy simple... ha sido un bonito viaje la vida”.

Para comprar una de las fotos de Lucho puede solicitar el catálogo en el WhatsApp 593995652036 y para donativos o conocer más visite www.luchocontraelcancer.org.

Qué tal comprar esta foto de la colección de Lucho Mariño y sumarse a la causa Lucho contra el cáncer. Foto Cortesía Foto: Luis Marino Carrera