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Ecuador es el tercer país del continente americano con más baja estatura, entérese de las causas y si es posible revertirlo

Si bien la estatura promedio de los ecuatorianos se ha elevado en los últimos 35 años aún el país está entre las naciones con una población media más baja.

En los Países Bajos es común ver mujeres de 1.80 o más de estatura. Foto: Getty Images

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La estatura promedio de los habitantes de un país no solo está marcada por factores genéticos, sino que también influyen la nutrición y el ambiente.

Una mala alimentación, la falta de ejercicio físico o el estrés en el periodo escolar pueden mermar el potencial de crecer de esas personas, según un estudio dirigido por el Imperial College de Londres.

‘Pantalones brincacharcos’ o ‘ir en el bus con el cuello torcido’ es con lo que lidian los más altos

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Ecuador es una de las naciones con la menor estatura media del mundo, según este estudio publicado recientemente en la revista Lancet, en el que se analizaron por primera vez la altura y la masa corporal de 65 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años desde 1985 hasta 2019, en 200 países y territorios del mundo.

Los jóvenes ecuatorianos de 19 años tienen al 2019 una estatura media de 167,3 centímetros (cm). A nivel mundial ocupan el puesto 175 de 200 países ordenados de mayor a menor.

Los de 19 años más pequeños del mundo están en Timor Oriental (160,1 cm) y los jóvenes más altos del planeta viven en Países Bajos (183,8 cm en promedio).

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En el continente americano, solo los de Guatemala (164,4 cm) y Perú (166,8 cm) tienen una estatura media menor que la de Ecuador.

En las ecuatorianas de 19 años ocurre algo similar, según este estudio. A nivel mundial están en el puesto 180 con una estatura media de 155,2 cm, a 15,2 cm de diferencia de las de Países Bajos (170,4 cm) que están en el primer lugar en el listado de 200 naciones.

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En América, solo las de Guatemala (150,9 cm), Perú (154,4) y Honduras (155 cm) son más bajas.

El estudio señala que la nutrición deficiente podría influir en una diferencia promedio de 20 centímetros de altura entre los países con la población más alta y más baja.

Los factores genéticos y epigenéticos y los ambientales determinan la talla de un pueblo, dice Jaime Guevara, endocrinólogo y profesor de la Universidad San Francisco de Quito.

Los genéticos son inmutables y cambian poco con la evolución. “Los factores epigenéticos son aquellas modificaciones en la expresión de los genes que podrían tener cierta influencia ambiental. En la vida intrauterina, cuando una persona ya está concebida en forma de embrión, empezará a crecer de acuerdo con el ambiente que está en el intraútero, o sea, sigue siendo genético, pero habrá ciertos genes que se expresan mejor o se reprimen dependiendo de la circunstancia de la vida intrauterina”.

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Ese es un grupo de factores que determinan la altura, agrega. Los otros son los ambientales, en los que los nutricionales son muy importantes.

“Con estos dos conceptos nos damos cuenta de que los grupos humanos tienen diferentes estaturas dependiendo fundamentalmente no tanto de la genética, que sí influencia, sino dependiendo mucho más de los factores ambientales”, asegura Guevara.

Un ejemplo son los pobladores de Países Bajos o del noroeste de Europa como los noruegos, donde están los más altos del mundo. “En ellos influencian la vacunación, el cuidado intrauterino de la madre y de la misma embarazada, entonces esos genes han podido florecer hasta tener una estatura equis. Hay una conjunción de una genética aceptable, un crecimiento intrauterino y una expresión genética normal, más factores nutricionales y ambientales, como buena vacunación, buen trato, el deporte”, explica.

La tendencia de crecer de los pobladores de estos países se da desde que mejoraron las condiciones nutricionales y el acceso a salud de calidad. “Desde hace 50 años la talla viene aumentando, pero está llegando a un límite (en los países desarrollados)”, afirma Guevara.

Las ecuatorianas crecieron a un mayor ritmo que los ecuatorianos

En los habitantes de los países emergentes o en desarrollo como Ecuador también hay la tendencia de crecer en estatura durante el tiempo. Un ejemplo son los chinos, japoneses y surcoreanos. “Allí hay cambios ambientales que han influenciado este crecimiento”.

La talla media de los jóvenes de 19 años en China subió 8,1 centímetros entre 1985 y 2019 y su rango global cambió del puesto 150 al 65 en ese mismo periodo.

La población aborigen pima del sur de Estados Unidos era relativamente más pequeña, dice el especialista, pero con una nutrición más eficiente pues ha crecido.

Esto se evidencia también entre los habitantes de las dos Coreas, que tienen un desarrollo económico dispar a raíz de que se dividieron tras la Segunda Guerra Mundial.

La talla media de los de Corea del Sur subió 6,8 cm entre 1985 y 2019 y la de los de Corea del Norte aumentó 4,9 cm en ese mismo periodo. En la primera domina el capitalismo con un mayor ingreso por habitante y en la segunda el socialismo con un menor ingreso per capita.

“El mejor ejemplo está en Estados Unidos, un país que alberga a personas de todos los orígenes del mundo. Las personas descendientes de ecuatorianos, bolivianos, que son de ascendencia nuestra, cuando crecen allá, pasa un par de generaciones y pues son más altos”, asegura Guevara.

La población indígena aborigen del Ecuador tiene influencia genética de Asia, de donde llegaron hace miles de años los primeros pobladores del continente americano.

“Si vemos el cambio en China y Japón, quiere decir que a pesar de la misma genética nosotros todavía tenemos mucho más que mejorar en el punto de vista ambiental. Lo más interesante es el buen trato a la madre embarazada, al niño lactante y la nutrición durante toda la vida, con eso es suficiente para obtener una mejor estatura y la talla irá aumentando hasta llegar al límite, como en los países más desarrollados”, indica Guevara.

Según el estudio internacional, la talla media de los hombres ecuatorianos creció 3,1 cm entre 1985 y 2019. El país está en el puesto 77 de 200 naciones y territorios ordenados de los que más a menos aumentaron en talla en ese periodo.

Las mujeres crecieron a un mayor ritmo con un incremento de 4,3 cm en esos 34 años, lo que ubica al país en el puesto 14 de 200.

En Ecuador hay diferencias de talla según la región o el núcleo social al que se pertenece en el sentido de los que tienen más opciones de acceder a proteínas y a una mejor nutrición. “Hoy los hijos que nacieron hace 20 años son más altos que sus padres, pero esto no se da en todos los grupos sociales. Hay algunas comunidades indígenas en las que seguimos estacionados en talla”, señala el endocrinólogo.

Las personas de las áreas urbanas del país son más altas que las que viven en las zonas rurales

Eva Mera, experta en estadística y profesora de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), afirma que los estudios mundiales de talla y masa corporal se basan en las encuestas nacionales de salud y de condiciones de vida de cada uno de los países más estimaciones intermedias.

Ella ha hecho un estudio sobre las estaturas locales que es parte de su tesis doctoral con la óptica de dividir a las personas de 20 hasta 59 años de edad en grupos según la generación a la que pertenecen, para calcular su estatura promedio y tener una idea de cómo ha evolucionado la talla.

Así determinó incluso diferencias de la talla promedio de los hombres de las áreas urbanas (165,4 cm) y rurales (163,6 cm) del país en 2012, a más de recolectar y analizar la información entre 1953 y 1992.

Los hombres adultos crecieron 3,4 cm y las mujeres 3,11 cm en ese periodo de 39 años.

“En Ecuador ha mejorado el estado nutricional pero de forma lenta y el incremento de la estatura se ve afectado por variables como la autocalificación étnica. Parte de la estatura sí está condicionada a la genética, pero muchos estudios afirman que gran parte de esta evolución está más relacionada a cómo nos alimentamos desde que estamos en la barriga. Igual la del niño hasta los 3 años de edad. El que ha tenido las mejores condiciones será altísimo”, asegura Mera.

En la base de datos de la encuesta se encontraron hombres adultos bien bajitos con 114 cm y bien altos con 196 cm. “Son los mínimos y máximos”.

Tener una dieta balanceada con la cantidad adecuada de proteínas, carbohidratos y verduras es la clave.

La profesora de la Espol ha notado en su experiencia en la cátedra universitaria que ahora es más común ver en el país a jóvenes más altos, pero con sobrepeso. “Entonces eso indica que le han dado suficiente comida, pero con exceso de carbohidratos como arroz, papa, verde”.

Los afroecuatorianos o quienes se autocalifican como tales han crecido muy poco pese al potencial genético que tienen, según el estudio de Mera. “Esto lleva a pensar que su estado nutricional no ha sido suficiente para aprovechar esa ventaja que tienen en la estatura”.

Una muestra de la influencia ambiental y el estado nutricional se da en los países de África Subsahariana, donde hay hambrunas prolongadas. En estos la talla ni siquiera se ha mantenido sino que bajó en el tiempo debido a la falta de alimentos, según los estudios mundiales al respecto. “Una prueba más de que la nutrición es vital en el desarrollo de la talla”.

¿Por qué las mujeres crecen menos que los hombres?

Los estudios indican que el proceso de menstruación frena que las mujeres ganen más talla, por lo que la recomendación es que tengan “una buena nutrición en el sentido de nutrirse sin engordar desde que nacen hasta que tienen la primera menstruación”, explica Mera.

Lo que se nota es que una mujer tiene su menarquia (día en el cual se produce el primer episodio de sangrado del útero) y después de eso su crecimiento es bien lento, es decir, su altura será casi la que tenía en la primera menstruación”, agrega.

Los hombres tienen posibilidad de crecer hasta los 21 años sin ningún limitante. “Si tienen una buena alimentación en todo ese periodo pues tienen chance de crecer, pero si hay falta en un momento, después se pueden recuperar, eso les ayuda. En las mujeres, en cambio, si hubo una crisis cuando eran pequeñas no tienen ese tiempo para recuperarse después de los 12, 14 o 15 años cuando ya tienen su menstruación así se dé una mejora económica”, señala Mera. (I)

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