Germania, de 50 años de edad, tuvo que acudir a la Fiscalía y tras un año consiguió que una operadora telefónica privada la sacara del listado de deudores, lo que había desmejorado su calificación crediticia.
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A Germania le suplantaron la identidad para adquirir una línea fija en una ciudad en la que no vive.
Germania, de 50 años de edad, tuvo que acudir a la Fiscalía y tras un año consiguió que una operadora telefónica privada la sacara del listado de deudores, lo que había desmejorado su calificación crediticia.
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