Solo uno de los diez puntos habilitados para recolectar firmas dentro del proceso de revocatoria de mandato en contra del alcalde de Quito, Pabel Muñoz, sigue activado.

Está ubicado en una oficina en el centro de la ciudad. La recolección de firmas terminó a mediados de septiembre y actualmente los proponentes de la salida del funcionario realizan el conteo de cuántas rúbricas lograron sumar antes de su presentación formal en el Consejo Nacional Electoral (CNE).

La recolección de firmas en formularios arrancó en abril pasado en el centro histórico de la capital. El proponente es Néstor Marroquín. La razón es que hubo incumplimiento de funciones, pues el alcalde hizo proselitismo político a favor de la candidata de la Revolución Ciudadana Luisa González en las elecciones presidenciales de 2023, lo cual está restringido y no está dentro de sus atribuciones.

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Marroquín estima que se han recolectado unas 310.000 firmas y lo que requieren para que el proceso avance hasta las urnas son 206.000 que deben ser calificadas.

Agregó que hasta este viernes van a recibir los formularios, pues varios de ellos fueron repartidos entre interesados de recabar apoyos.

Realizan una tabulación de lo recolectado y organizando los sobres para ser presentados en el organismo electoral.

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En medio del trámite hubo una denuncia por descrédito contra el alcalde, hecho que no avanzó pues hubo un acuerdo de respeto mutuo entre las partes.

Además, Muñoz interpuso una acción extraordinaria de protección en la Corte Constitucional (CC) a la sentencia del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) que posibilitó el trámite, caso que aún no tiene una resolución.

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Las alrededor de 300.000 firmas se presentarán en octubre, posiblemente el 3, aunque el plazo vence el domingo 5.

Después, el CNE tendrá alrededor de tres semanas para realizar una verificación de las rúbricas presentadas.

Si se cumple con la validación de las rúbricas, el CNE convocará a las urnas para definir si Muñoz continúa o no como alcalde, que podría ser para finales de diciembre o enero.

Caso contrario, este proceso de revocatoria se archivaría, aunque la causal podría ser activada por otro interesado, indicó Marroquín.

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“Este ejercicio sí ha llenado nuestras expectativas como ciudadanos, como hacerle notar a la autoridad que no está por sobre la ley. Tienen que respetar el tema del proselitismo político, que no lo puede hacer”, argumentó. (I)