Tranvía de Cuenca aún no llega a una ocupación rentable y genera gasto millonario; sistema se mueve entre subsidios y ayudas financieras

Cuenca

El 22 de este mes se cumplen dos años de la operación comercial del tranvía, y el único sistema público de transporte masivo de la ciudad sigue siendo una carga millonaria para el municipio local. En los años 2021 y 2022, solo por pasajes recibió un subsidio de $ 13′500.000, mientras que la ocupación sigue por debajo de lo planificado.

Económicamente el tranvía no despega y está lejos de ese equilibrio económico que ofrecieron las autoridades de turno, incluidos los exalcaldes Paúl Granda y Marcelo Cabrera.

Entre las cifras que lo reafirman como un proyecto que no tiene rentabilidad está la de ocupación de pasajeros. El concejal y presidente de la Comisión de Movilidad, Diego Morales, contó que hasta la fecha se han movilizado algo más de seis millones de pasajeros, con un pico de ocupación diaria de 22.000 y un promedio de uso de 19.000 viajeros.

Según este edil, las finanzas del tranvía empezarán a ser rentables cuando se generen “al menos” 29.000 viajes al día. El año antepasado, por decisión del Concejo Cantonal, se entregaron $ 7′000.000; y a finales del 2021, otros $ 6′500.000, a través del presupuesto anual, reveló Morales.

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Pero alcanzar esta cifra no solo depende de que la gente se suba, sino de factores externos, como la integración de rutas con los buses urbanos, la conexión tecnología y la construcción de estaciones que sirvan para el trasbordo en las estaciones iniciales del recorrido: una al norte, en Milchichig, y otra al sur, en el Control Sur. Y con todos estos elementos por delante, Morales estima que recién al “cuarto o quinto año, antes de la pandemia, (empezaban) a tener ingresos positivos”.

El pasaje tiene tres precios: para pasajeros frecuentes, 30 centavos de dólar; para ocasionales, 35 centavos; y pasajes sueltos, a un dólar. Cuando se estableció la tarifa se determinó que el precio técnico debía ser mínimo de $ 0,80, pero lo social quedó en $ 0,30, lo que significa que por cada pasajero la Municipalidad eroga entre $ 0,45 y $ 0,50.

Un actor estratégico en la movilidad de Cuenca es la Cámara de Transporte. Su presidente, Diego Idrovo, reconoce que este servicio público tiene aspectos positivos, porque es ecológico, eficiente y cumple tiempos exactos de recorrido; sin embargo, eso no es suficiente y, por eso, recibe cada año un subsidio millonario que, a su criterio, no se justifica.

Por ordenanza, ellos también reciben dinero público por compensación, que este año, a decir del dirigente, llegó a $ 2‘400.000; pero la diferencia que quiere hacer notar es que, mientras que el tranvía traslada cada día a 19.000 usuarios, ellos llevan a 330.000.

Un elemento importante para que más gente se suba a este medio público es la eliminación de la línea de bus urbano número 100, que cubre una ruta similar y se considera una competencia directa.

El concejal aseguró que eso deberá suceder tarde o temprano, porque así lo dispone la ordenanza; pero Idrovo responde que, aunque ellos estarían dispuestos a hacerlo, deben recibir ayuda económica municipal para suplir esa potencial baja de usuarios y evitar ir a la quiebra.

Además insiste en que, más que sacarlos de la ruta, deben trabajar en conjunto ante alguna eventualidad, como la falta de energía eléctrica, pues cuando hay un corte el servicio se anula.

Pero Jorge Moscoso, director del proyecto, aseguró a los medios de comunicación que, gracias a ingresos provenientes de la ocupación y publicidad (que superan los $ 500.000), ya tienen el 50 % de la sostenibilidad económica en el presente año.

En la sesión solemne por la Fundación de Cuenca, el presidente de la República, Guillermo Lasso, ofreció públicamente que el Gobierno central entregará los recursos para la cuota de $ 2,6 millones que la Municipalidad debe pagar en julio de 2022 al Gobierno francés.

Alcalde de Cuenca reitera al Gobierno nacional el pedido de asumir los pasivos y el subsidio del tranvía

El pasado 1 de septiembre llegó a la ciudad el ministro de Economía, Pablo Arosemena, quien aseguró que no hay deuda por este concepto y que los valores correspondientes ya fueron adelantados.

Al escuchar estas declaraciones, el alcalde Pedro Palacios respondió que “desafortunadamente al señor ministro le malinformaron”, pues no hay ningún pago; lo que ocurrió fue un débito de sus cuentas de la cuota del mes de junio, cuando lo adecuado, según su perspectiva, es que les devuelvan ese dinero y que el Gobierno se haga cargo de una tabla de amortización semestral.

La duración de la deuda es de diez años, de los cuales se han pagado dos, lo que significan $ 15 millones, por lo que su pedido es que lo ofrecido ese 12 de abril “se cumpla”. (I)