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Una de las imágenes de la quema de monigotes en Guayaquil, durante los primeros segundos del 2022. Foto: API

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Las cenas familiares y las cábalas que siguen algunos ciudadanos marcaron los primeros minutos nuevo año en algunas localidades de Ecuador.

Y pese a restricciones sanitarias como la prohibición de la quema masiva de monigotes, para evitar más contagios de COVID-19, los hogares y grupos de amigos se dieron tiempo e hicieron espacio para incinerar al tradicional año viejo, un muñeco de papel o de aserrín que sirve para reflejar la ‘quema’ de todo lo malo que ocurrió o dejó el 2021.

En ciudades como Guayaquil, donde es tradicional la quema del monigote, vecinos y familias salieron a las calles para despedir el 2021.

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En los primeros minutos del 2022, el sonido de las camaretas y similares que les ponen a los monigotes se escuchaba en algunas cuadras seguidas, como en calles del sur y sureste de Guayaquil.

Quema de monigotes en sector de Urdesa, en el norte de Guayaquil. Foto: Andrés Bajaña

Unas familias optaron por quemar de manera independiente sus muñecos. Y otras, así como grupos de amigos, amontonaron los monigotes en aceras, parterres o calles e hicieron una sola quema.

También hubo el destello de los fuegos artificiales que dieron la bienvenida al 2022.

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En Quito también se dieron fuegos artificiales, que iluminaron el cielo.

Familias y amigos también pusieron en prácticas cábalas como el comer las doce uvas en los primeros segundos o minutos del 2022; salir con la maleta a dar la vuelta por la manzana de la casa; ponerse prendas de vestir amarillas o rojas, para atraer la prosperidad y el amor; echarse lentejas o rociarse champán, entre otras.

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En Machala, gran cantidad de personas salieron a los exteriores de sus viviendas para quemar los monigotes al finalizar el año 2021. Las reuniones familiares contaron con amplio aforo, pese a las recomendaciones del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) Nacional.

“La familia recibió la visita de unos parientes, pero no nos juntamos como antes, tenemos que cuidarnos mucho por los nuevos contagios” manifestó Ángel Flores, quien quemó un monigote relacionado con el virus del COVID-19.

En las calles de Machala hubo aglomeración de personas al momento de quemar los monigotes, una tradición que compromete a los conocidos a darse mutuamente besos y abrazos como un deseo de prosperidad para el nuevo año.

MACHALA. Quema de monigotes y festejos no se frenaron al empezar el 2022. Foto: Freddy Macas

La mañana de este sábado 1, cuadrillas municipales empezaron las labores de limpieza de las calles de Machala que quedaron llenas de desechos tras los festejos del fin de año.

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Entre las recomendaciones de la Empresa Pública Municipal de Aseo de Machala se pidió evitar la quema de monigotes en aceras y zonas regeneradas para evitar daños en los adoquines y cerámicas, pero no se cumplió la disposición y se anticipó aplicar sanciones para quienes incumplan dependiendo del área afectada. (I)

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