Puerto Ayora, Galápagos

Lautaro Valverde vive en el barrio las Acacias, en Puerto Ayora. En los casi 30 años que reside en este punto de la isla Santa Cruz recuerda solo una vez, hace casi dos décadas, en la que el temporal provocó que las calles se anegaran.

Desde finales de marzo en el sector en el que vive se han formado varias pozas que, si bien no se quedan estancadas de un día para el otro y no sobrepasan los límites de los bordillos, le resultan molestosas. “Hemos visto truenos, relámpagos y lluvia fuerte desde finales de marzo, es algo poco común las lluvias en la isla y las pocitas sí incomodan”, asegura.

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En la comunidad galapagueña existe asombro. Moradores de diferentes sectores de la isla aseguran que en la provincia no es usual que se registren aguaceros, menos que se formen pozas o se inunden zonas.

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Una de las lluvias más fuertes fue la registrada el fin de semana del 15 de abril. En ese evento se dio una precipitación acompañada de tormenta eléctrica.

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El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional dispuso a gobernadores mantener activas los comités provinciales y a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) realizar la actualización y el fortalecimiento de los planes de respuesta territoriales.

En Santa Cruz está activado el COE desde inicios de abril y el plan de contingencia se actualizó para este 2023, tomando en cuenta las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) e Inocar respecto al Fenómeno de El Niño.

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Entre las acciones prioritarias está el monitoreo de cañadas y limpieza de sumideros para el desfogue de agua en el caso de acumulación. Las cañadas son vertientes naturales que cruzan, en algunos sectores, por zonas urbanas y rurales.

En Puerto Ayora hay zonas que se han identificado como propensas a la formación de pozas, allí figuran los barrios Alborada, Acacias, El Bosque y la calle que rodea al Malecón.

El alcalde Ángel Yánez explica que se vigila el comportamiento de las cañadas de Media Luna, Aguacatal y Santa Rosa. Lo que se quiere evitar es que se presente un escenario similar al de 2016 en donde se registraron daños en infraestructura vial y viviendas por el desbordamiento de estas vertientes.

“Se está dando la atención necesaria porque si estas cañadas rebosan se puede afectar a las zonas cercanas”, dice.

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Calles cercanas al Malecón de Puerto Ayora tienen acumulación de agua. Foto: Priscilla Alvarado Cáceres

Yánez detalla que para evitar el rebosamiento de líquido en las cañadas se analiza hacer cambios para desviar el camino de las vertientes, que se pueden convertir en focos de peligro de incrementarse las precipitaciones.

A la par se ejecutan trabajos para extraer sedimentos que se puedan acumular en los sumideros, esto considerando que Santa Cruz no tiene alcantarillado pluvial.

En el caso de San Cristóbal hay tres cañadas que cruzan la parte urbana y, por ello, requieren una vigilancia continua.

Katherine Llerena, presidenta del Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos, sostiene que estos surcos son revisados en su totalidad para detectar zonas en donde puedan estar obstruidos. Allí se realizan limpiezas.

Desde el ente estatal se tienen mapeadas a las vertientes tanto de San Cristóbal como de Santa Cruz.

Además, indica, que como parte del plan de contingencia también se han considerado acciones en el caso de que estas vertientes colapsen y toque evacuar a la población aledaña.

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A nivel de Galápagos como provincia, desde el 5 de enero se solicitó los planes de contingencia a las jurisdicciones de Isabela, Santa Cruz, San Cristóbal y Floreana. Desde esa fecha, además se instaló el COE provincial que ya lleva cuatro reuniones.

Las acciones por parte de las cuatro islas están enfocadas en atender escenarios que se puedan presentarse con la época invernal y la posible incidencia del Fenómeno de El Niño: inundaciones, colapsos estructurales en viviendas y en instituciones educativas, caída de árboles, daños en vías, crecimiento y desbordamiento de cañadas.

Para la última semana de abril está prevista una nueva reunión del COE provincial para analizar el escenario climatológico actual. En estas sesiones de trabajo, dijo Llerena, también se revisa la capacidad de respuesta y operativa (maquinaria) que tienen las diferentes instituciones gubernamentales y locales. (I)