La intensa lluvia que cayó en la provincia de Pastaza la mañana de este lunes, 6 de octubre, retrasó la marcha pacífica por la vida y por el territorio, que debía realizarse desde las 09:00 en la provincia amazónica.

Poco a poco comenzaron a concentrarse miembros de las nacionalidades indígenas de Pastaza en el estadio Víctor Hugo Giorgis, hasta donde también llegó el presidente de la Conaie, Marlon Vargas. La marcha comenzó cerca del mediodía, cuando la lluvia amainó.

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Algunos participantes portaron lanzas características de los pueblos amazónicos, además de pancartas con mensajes como “Pueblo waorani en la resistencia”, “La vida y la lucha continúan”, “Por los derechos colectivos, no a la constituyente”, “Justicia para Efraín Fuerez” (indígena fallecido en las manifestaciones en Otavalo, Imbabura).

En otras pancartas se expresó el rechazo a los bonos y los chanchos que entrega el Gobierno nacional, señalando que eso no impedirá continuar en la lucha de los pueblos indígenas, como parte de las medidas convocadas por la Conaie en contra de la eliminación del subsidio al diésel.

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El presidente de la Conaie aseguró que la marcha fue organizada por las siete nacionalidades de Pastaza, con delegaciones llegadas desde los territorios ancestrales.

Remarcó que se realiza no solo en esta provincia, sino también en Pichincha, Imbabura y parte de Chimborazo, a pesar del estado de excepción decretado por el presidente Daniel Noboa Azín.

“Si quiere que el pueblo no se levante, el Gobierno nacional debe bajar las tensiones”, manifestó.

A dos semanas del paro, Vargas señaló que es el Gobierno el que no quiere escuchar los planteamientos de las organizaciones —no solo de la Conaie, sino también de otras estructuras sociales sumadas al paro nacional—, y por esa razón hasta ahora no ha habido acercamientos.

En la Amazonía ecuatoriana no es solo el tema del diésel, sino también la ampliación de la frontera petrolera, el catastro minero y la atención a la educación y a la salud, porque están abandonadas por el Gobierno nacional y son relevantes”, aseveró Vargas.

Por el mal tiempo en Pastaza, el presidente de la República no pudo aterrizar en el aeropuerto de Shell para cumplir sus actividades planificadas en la provincia. Quien sí llegó fue la vicepresidenta María José Pinto. (I)