El terminal terrestre de Quitumbe está desolado, poca gente concurre a sus pasillos y los viajes disminuyen por el impacto que genera el paro nacional en diferentes provincias del país.

Las más afectadas son Imbabura y Pichincha, con la mayor parte de cierres viales, enfrentamientos entre manifestantes y policías, y una ola de violencia que se ha acrecentado desde el anuncio de la eliminación del subsidio al diésel.

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Si bien el gremio de transportistas llegó a un acuerdo con el Gobierno Nacional, movimientos indígenas no están de acuerdo con el Decreto 126 y, para obligar a eliminarlo, se congregaron en diferentes arterias para protestar.

Esto ha trastocado la actividad de los buses interprovinciales, sobre todo los que manejan rutas al norte del país, debido a que las ventas han disminuido hasta en un 80 % y el camino que los buses deben abordar para llegar a su destino es mucho más largo.

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“Ahora mismo los carros se están dando la vuelta por Esmeraldas, porque tenemos entendido que las vías están cerradas desde Tabacundo hasta Ibarra”, comentó Lady Ruales, agente de boletería.

Ruales aseguró que el problema económico es total, debido a que los usuarios se niegan a viajar a estas zonas, más allá de que les explican sobre el nuevo trayecto por el que sí se puede llegar, según la trabajadora.

Una familia se acercó al ala principal de esta terminal y empezó a discutir si llegar o no a Ibarra, ya que el transporte tenía que pasar por Esmeraldas, entrar por San Lorenzo y regresar.

Una chica le dijo a su madre: “Son más de ocho horas solo para llegar a Ibarra, si el bus va por Esmeraldas”, a lo que la progenitora respondió: “Compra nomás, no nos queda de otra, tenemos que llegar sí o sí”.

Un sinfín de situaciones como esta se viven en las diferentes estaciones de autobuses interprovinciales en el país. Las unidades de transporte también han sufrido ataques de los manifestantes cuando tratan de abordar las vías. Llantas pinchadas y vidrios rotos son algunas de las cosas que los conductores han evidenciado en ocho días de paro nacional.

William Villacrés, tesorero de la Asociación de Transportistas Interprovinciales del cantón Latacunga, aseguró que para el sur del país las rutas no se han suspendido, pese a que Latacunga está militarizada, el transporte público llega sin novedad alguna.

“Estamos dando servicio desde Quito hacia Latacunga desde las 05:20 hasta las 21:15, todos los días, cada 10 minutos. El usuario sí ha disminuido si quiera en un 60% porque la gente está preocupada que se queden en medio camino”, manifestó.

Para Villacrés, la eliminación del subsidio al diésel sí afecta al bolsillo del ecuatoriano, pero luego de varias reuniones han decidido no frenar sus actividades ni cambiar las rutas del transporte.

“No hemos identificado interferencias con obstaculizaciones en las vías, por lo que nuestros conductores han podido llegar a destino sin inconveniente alguno”, señaló el trabajador.

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Desde el redondel del Cajas, zona de Pichincha, y casi toda la provincia de Imbabura, se mantienen cierres viales. Piedras gigantes, árboles, llantas o alambres de púas de extremo a extremo para evitar que los autos pasen, es el presente que se vive. (I)