CUENCA
Una nueva muerte violenta contra una mujer se cometió en la provincia del Azuay. La noche del domingo, una joven de 25 años fue asesinada cruelmente en la parroquia Luis Cordero del cantón Gualaceo. Este es el cuarto crimen de características similares, con la diferencia preliminar de que los otros fueron tratados como femicidio; este se mantiene en investigación.
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Glenda Marisol Cárdenas Ramón tenía 24 años. Vivía junto con su hija de cinco años y otros familiares cercanos en este cantón, ubicado en el oriente de la provincia. Su tiempo lo dedicaba a trabajar en casas y labores agrícolas con sus papás.
El suceso consternó a todos sus seres queridos, quienes no entendían la situación.
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José Ramón Saquicela, tío de la víctima, fue quien en medio del dolor asumió todos los trámites y pedidos realizados en el Centro Forense, sitio al que el cadáver fue llevado para practicarle la necropsia de ley y cuyos resultados se esperan tener la tarde del lunes.
Comentó que encontrar a su sobrina asesinada fue algo estremecedor. Cuando vieron el cuerpo botado sobre esa pampa ubicada a una hora de su residencia, notaron que se dio “algún tipo de agresión”, pero no pudieron indagar más, porque todo quedó en manos de la Unidad de Criminalística de la Policía Nacional.
Como se demoraba en llegar pensaron que le había pasado algún accidente, pero ubicarla en esas condiciones los destrozó emocionalmente.
Un detalle que reveló Ramón es que el teléfono celular de su prima fallecida no aparece, por lo que apeló a la comunidad para que colabore con cualquier información que pueda esclarecer el hecho, porque hasta ahora no hay pistas de algún presunto responsable.
En diferentes páginas digitales se informó que, antes del crimen, Glenda Marisol habría sido abusada sexualmente, versión que aún no pudo confirmar su tío, porque la autopsia todavía no terminaba.
Una de las mayores preocupaciones que ahora tiene la familia es cómo tratar el tema de aquí en adelante con la pequeña hija que dejó. Su padre migró a Estados Unidos y, mientras él decida su situación, la menor quedará a cargo de los abuelos.
Este es el cuarto asesinato de una mujer en lo que va de mayo. El miércoles 4 de mayo, María Rosario Quituisaca Tenecota, de 38 años, fue golpeada por su exmarido, quien luego botó el cadáver al río Tomebamba. Dos días después, el viernes 6, Eliana Tamay fue asfixiada por su padrastro.
Por el primer caso se detuvo al presunto autor, que permanece en el Centro de Privación de Libertad de Turi. Por el segundo, solo el padrastro está en prisión; la madre, quien también está acusada de femicidio, recibió medidas sustitutivas mientras avanzan las investigaciones.
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El 20 de este mes, la víctima fue una mujer de 22 años oriunda del cantón azuayo Nabón.
En este tercer caso, el principal sospechoso es un adolescente de 16 años, que ya fue retenido por las autoridades. (I)