Los primeros seis años de vida de una persona son decisivos, el cerebro de un niño puede formar más de un millón de conexiones neuronales por segundo, según datos de UNICEF. Sin embargo, según una investigación publicada en la revista Pediatrics más de 250 millones de niños y niñas menores de cinco años en países en desarrollo corren el riesgo de no alcanzar su potencial de crecimiento debido a factores como pobreza, desnutrición o entornos poco estimulantes.

Frente a esto desde el 2020 la Fundación FEMSA impulsa la plataforma de espacios públicos amigables con la primera infancia, cuyo programa insignia es Lugares Amigables para la Primera Infancia (LAPIS). Esta iniciativa busca recuperar parques existentes y transformarlos en entornos seguros, accesibles y estimulantes, pensados para niñas y niños de 0 a 6 años y sus cuidadores.

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Desde 2023 con el financiamiento de Fundación FEMSA, con el apoyo de FEMSA Salud Ecuador y la implementación a cargo del operador PLURAL, en colaboración con organizaciones locales y la comunidad, se han recuperado seis parques (Bellavista, La Floresta, La Cocha, Quitumbe, Barrio Ecuador y Paseo Las Chilcas).

La propuesta de los parques infantiles modernos es que los niños jueguen y aprendan

La intervención atendió a más de 900 niñas y niños en primera infancia, benefició indirectamente a más de 30.000 personas, contó con la participación de 50 voluntarios corporativos de FEMSA Salud Ecuador y permitió la entrega de 260 kits de cuidado dental y nutricional.

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Además, hubo la donación de bancas de cuidado que sirven como un espacio cómodo para la lactancia y cambiadores de pañales, brindando confort y seguridad a las madres y cuidadores.

“Cada LAPIS nace del diálogo con la comunidad y de un proceso participativo que incorpora enfoques de género, cuidado y derecho a la ciudad”, expresó María Elena Rodríguez, representante de PLURAL.

Un ejemplo emblemático del programa en la ciudad es el parque de Bellavista, donde se creó el primer espacio LAPIS del país, bajo un esquema denominado “Recorridos con Sentidos”. Allí, mediante un proceso de codiseño con la comunidad, se implementó un circuito sensorial entre plantas y árboles, juegos inclusivos y zonas accesibles. Este modelo representa una nueva forma de recuperación urbana centrada en la primera infancia.

Además del juego, los LAPIS integran la educación ambiental y la sostenibilidad. En Quito, los menores participaron en talleres de arte, reciclaje, además de mingas de siembra y apadrinamiento de plantas y árboles nativos. Los parques, además, incluyen infraestructura azul y soluciones basadas en la naturaleza como jardines y captación de agua lluvia. Con esto se busca que tanto niños y niñas como las comunidades incorporen hábitos saludables, de conexión con la naturaleza y apropiamiento de sus espacios públicos. (I)