El inicio del año lectivo 2021-2022 en la Sierra y Amazonía despertó las expectativas de los transportistas escolares que buscan reactivar su actividad, tras pasar más de un año en crisis, ya que con la pandemia las clases presenciales se suspendieron y el servicio de movilización de estudiantes se paralizó, dejándolos sin ingresos. No obstante, la poca afluencia de alumnos a las aulas preocupa al sector.

José Coyago llegó con su furgoneta de transporte escolar a la Unidad Educativa Experimental Manuela Cañizares, ubicada en el centro-norte de Quito, el miércoles pasado, durante la inauguración de clases. Fue a ver si la cantidad de alumnos que llegaba era importante, pues las autoridades de la institución no le confirmaban si habría los suficientes estudiantes para que él y otros transportistas puedan volver a trabajar.

El vehículo de Coyago tiene capacidad para 17 pasajeros, pero si regresa a operar tendrá que hacerlo con máximo 8 puestos ocupados, ya que una de las disposiciones del Ministerio de Educación para el retorno a clases es que el aforo en las unidades de transporte escolar sea del 50 %.

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“Pasamos muchas cosas duras (por la pandemia). No podemos salir adelante con tantas deudas”, lamentó el conductor.

Según datos del Ministerio de Educación, para este ciclo académico en la Sierra y Amazonía se han matriculado 1,73 millones de estudiantes. Sin embargo, solo 172.992 tienen autorización para asistir a los establecimientos de manera semipresencial; es decir, que unos días recibirán clases en las aulas y otros desde sus casas.

En Quito, de acuerdo con cifras del Municipio, 11.541 estudiantes y 2.215 docentes se reincorporaron presencialmente, lo que equivale apenas el 2,3 % del universo de maestros y alumnos que hay en la capital.

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El 10 % de estudiantes regresó a las aulas en la Sierra y Amazonía

Édgar Insuasti, gerente de la compañía Transporte Jóvenes del Futuro, relató que por la escasa asistencia de alumnos ha surgido un inconveniente con las tarifas de los recorridos. Los padres de familia no están dispuestos a pagar una mensualidad de entre 40 y 50 dólares, que se cobraba antes de la pandemia, porque ahora sus hijos solo necesitarán el transporte para dos o tres días.

Ante esa situación, los conductores estudian varias alternativas para sus clientes. En la cooperativa que dirige Insuasti se promueve como una opción que no se pague una tarifa mensual, sino por cada viaje, como si fuera un servicio de taxi. Los padres pueden seleccionar previamente los días y horas en que se deban movilizar sus hijos y cancelarán de acuerdo con el uso. Si bien esto representa menos ingresos para los conductores, lo prefieren en lugar de seguir sin tener una entrada de dinero, dijo el gerente.

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Edwin Guerra, presidente de la Asociación de Transportes Escolares de Quito, comentó que esperan resolver este asunto con los padres de familia y las instituciones hasta la próxima semana, una vez que se defina con precisión cuántos estudiantes necesitarán el transporte.

“Estamos tratando de ver si con esto logramos la reactivación, porque hemos tenido una crisis terrible. Necesitamos solventar la situación económica de nuestros hogares”, expresó Guerra. Señaló que una de las mayores dificultades que han enfrentado ha sido el pago de préstamos a las instituciones financieras, ya que sin ingresos no han tenido cómo cancelar sus créditos, obligándolos a entregar sus unidades o a vender los vehículos por menos de la mitad del precio de adquisición.

La gravedad de la situación provocó que alrededor de 2.480 personas dejarán la actividad en el último año, por distintas razones. Así lo reveló Oswaldo Guamán, presidente de la Federación de Transporte Escolar e Institucional del Ecuador (Fenatei).

En esa cifra están transportistas que vendieron sus unidades o que las adaptaron para dedicarse a otros servicios, como trasladar productos y comercializarlos. También constan 98 casos de conductores que fallecieron a causa del COVID-19. Antes de la pandemia la Fenatei contaba con 13.980 agremiados en todo el país, ahora son aproximadamente 11.500, señaló Guamán.

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El vocero de la Federación espera que los padres de familia tomen confianza y envíen a sus hijos a las aulas. Garantizó que las unidades han implementado los protocolos de bioseguridad exigidos por la autoridad y que la mayoría de conductores ya están vacunados con las dosis completas.

Hay siete pasos para el inicio de clases de manera semipresencial el 1 de septiembre en la Sierra y Amazonía

Como una alternativa para generar ingresos al sector, en la última reforma a la Ley de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial, vigente desde el 10 de agosto de 2021, se incorporó una disposición transitoria que permite a las operadoras de transporte escolar e institucional realizar el servicios de transporte turístico en las localidades donde no exista esta modalidad.

Según la norma, esto se estableció por el impacto económico de la actividad a causa del cierre de las instituciones y establecimientos que han dado lugar al teletrabajo y a la educación no presencial, por efecto de la pandemia. La medida será temporal y su duración está supeditada al inicio de clases presenciales.

Los transportistas consultados mencionaron que han tendido dificultades con agentes de tránsito que desconocen las reformas a la ley. Además, se han generado inconvenientes con operadores turísticos que se sienten afectados por la competencia.

Edwin Guerra contó que varios conductores han tenido que regresar a sus puntos de partida, con los pasajeros a bordo, porque las autoridades no les permitieron continuar con el viaje, pese a que la ley está vigente. (I)