Cooperativas que ofrecen boletos hacia el norte del país permanecen cerradas. Otras con opciones de viajes a la Costa, en su mayoría, están abiertas y la incertidumbre entre la población por el paro nacional complementa el panorama que se evidencia en la terminal terrestre de Carcelén, un día antes del inicio del feriado del 9 de octubre.

La mañana de este miércoles, 8 de octubre, personas con grandes maletas recorrían los pasillos de la terminal en busca del transporte que las llevará a su destino en los días de asueto.

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Mencionaron que prefieren viajar en el día por el temor de los cierres viales en la noche.

“Tuvimos que comprar pasajes dos días antes por miedo de si había carro o no. Vamos a Manta”, sostuvo Gladys Vera, una viajera.

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La ciudadana aseguró que otro tema preocupante son los problemas de seguridad en la provincia de Manabí, pero por ver a su familia después de mucho tiempo está haciendo un esfuerzo.

Movimiento en la terminal de Carcelén, en Quito. Zona de cooperativas que se dirigen hacia Imbabura. Foto: Alejandro Ortiz / EL UNIVERSO.

En los andenes, pocos buses esperaban parqueados este miércoles. En el costado izquierdo estaban las unidades con frecuencias hacia la región costera, que tenían movimiento; pero el sector derecho, donde aguardan las unidades hacia el norte del país, estaba vacío.

Ese sería el presagio de un menor movimiento de turistas en este feriado de octubre, según Guido Arteaga, supervisor de la terminal de Carcelén.

“Por el momento estamos con afluencia muy baja de usuarios, especialmente al norte. Se tenía programado que para este feriado unas 31.000 personas salgan de viaje, pero por el contexto del país es difícil”, señaló el funcionario.

Recalcó que entre los dueños o encargados de las cooperativas existe mucha preocupación, porque ya son 17 días de paro y los ingresos son limitados.

Arteaga describió el sentir del usuario cuando se acerca a comprar los boletos debido que el tiempo de llegada a cualquier lugar es incierto.

“Se sienten preocupados realmente, con una incertidumbre de no saber si van a llegar a la hora programada. Por ejemplo a Tulcán, algunas cooperativas se están yendo por la vía San Lorenzo y se demoran once horas en llegar”, explicó.

El supervisor hizo una comparación con el número de personas que viajaron el feriado anterior y los números son significativos.

En el feriado de agosto desde esta terminal aproximadamente salieron unos 38.000 usuarios y el año pasado en este mismo feriado (9 de octubre) salieron 32.500”, afirmó Arteaga.

El deseo de la gente, como dijo Manuel Yánez, es regresar a ver a sus familias, poder estar un fin de semana y descansar de las grandes jornadas de trabajo.

“De cierto modo siento incertidumbre por todo lo que ocurre en el país, se ve que se está polarizado la protesta y lo que Ecuador necesita es más trabajo”, añadió Yánez, jubilado norteamericano que retornó al país luego de tres meses.

Quien también fue profesor en Estados Unidos partió rumbo a Portoviejo. El objetivo era llegar a ver a su pareja, esperando que el paro no suba de nivel en estos días.

Incluso, los encargados de las boleterías tienen la esperanza de que el movimiento cambie la noche de este miércoles, 8 de octubre, y durante la mañana del jueves.

“Esperemos que en el transcurso del día exista más movimiento o cuando la gente ya salga del trabajo; y con el paro no quieren viajar”, manifestó Alexander García, encargado de la boletería de la compañía Aerotaxi.

Explicó que la ruta por San Lorenzo es la óptima para llegar a ciudades como Ibarra, Tulcán o Atuntaqui; sin embargo, para Otavalo las frecuencias no están saliendo.

“Salen por Los Bancos, Esmeraldas, San Lorenzo, la Y de Salinas y regresan a Ibarra. Lo mismo hacen los que van a Tulcán, pero ellos se van de largo”, añadió.

García recalcó que los precios se han incrementado para la zona de Ibarra y todo el norte.

“Los precios están normales en la Costa, pero lo que es Ibarra si está alto, a $ 20 por la vuelta que se están dando”, concluyó.

Los ciudadanos extranjeros son los que menos entienden la situación del país y se sorprenden al escuchar los costos.

Una pareja de ciudadanos chinos se acercó a comprar dos boletos para Ibarra; cuando Álex García les dijo que el total era de $ 40 por los dos boletos, decidieron cambiar el rumbo hacia la Costa. (I)