En la capital azuaya la red pública y privada de salud está al límite. La ocupación en los últimos días promedia entre el 94 y 100%, según las autoridades. Entre el 29 de marzo y 4 de abril se registraron 355 nuevos casos positivos de coronavirus y un muerto cada día a causa de la enfermedad.

En Cuenca, los hospitales de mayor capacidad son el José Carrasco Arteaga, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), y el Vicente Corral Moscoso, administrado por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

En el primero hay 28 camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y en el segundo, 30. Todas están ocupadas en el 94,7%, según el concejal e integrante del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal Xavier Barrera.

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Bernardo Vega, médico e investigador de temas de COVID-19, dijo que otro indicador que refleja que la situación está más complicada es que, a diferencia de marzo y abril del 2020, no hay espacios disponibles en hospitales de provincias cercanas como Loja, El Oro o Cañar.

En el mismo periodo del año pasado sí había cómo para derivar pacientes, señaló.

Un elemento adicional que comentó el alcalde de la ciudad, Pedro Palacios, es que los días que los pacientes con COVID-19 ocupan esta área se incrementaron de 12 a 21 en promedio, lo que también complica el ya complejo sistema de salud.

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Adicional a este aspecto, el miércoles se cumple la sentencia judicial para que las autoridades del MSP entreguen a la Defensoría del Pueblo la lista de vacunados en las fases 0 y 1 en Azuay, Cañar y Morona Santiago.

A decir de la delegada de la Defensoría en esta provincia, Verónica Aguirre, se tienen denuncias documentadas de que en el sector privado fueron beneficiadas personas ajenas a la primera línea de atención, como esposas, hermanos y hasta empleados de los médicos. (I)