En los últimos días se dio a conocer la historia del colombiano Javier Acosta que optó por practicarse la eutanasia debido al contagio de un hongo multirresistente y al cáncer de sangre que padecía.

Este joven bogotano quedó hace nueve años en silla de ruedas tras un accidente de tráfico, y contrajo un hongo supuestamente en una piscina que le provocó una grave infección que llegó hasta sus huesos, enfermedad que no lograron controlar y terminó desarrollando un cáncer de sangre, según relató a Noticias Caracol.

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Qué es el hongo Candida auris, que ha provocado alarmas al convertirse en una “amenaza urgente” en Estados Unidos

“Al imaginarme mi vida sin mis piernas, en una cama, con antibióticos, viendo a mi hija cuidarme y perdiendo la oportunidad de tener una niñez y una juventud, dije que quiero la eutanasia”, relató.

El contagio del hongo Candida auris le derivó en el desarrollo de una osteomielitis y a su vez al cáncer.

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De acuerdo a National Geographic, la Candida auris es un tipo de hongo que se reconoce por su resistencia a la myoría de tratamientos antifúngicos y puede derivar infecciones graves, especialmente en pacientes que tengan un sistema inmunológico comprometido.

Su principal forma de contagio es a través del contacto físico con superficies o fluidos que estén contaminados. Es por esto que es habitual que los contagios se den en hospitales o residencias de la tercera edad.

El hongo se descubrió en el 2009 en un paciente de Japón y desde allí se ha expendido a lo largo del mundo, hasta el 2023, Ecuador era uno de los países en los cuales no se había detectado, pero esto cambió a principios del 2024.

En un webinar sobre el hongo en febrero pasado, personal de hospital de Infectología Dr. José Daniel Rodríguez Maridueña anunció que se había detectado el primer caso en el país.

Colombiano Javier Acosta se sometió a la eutanasia pese a pedidos de desistir

Yadira Cabrera, líder de Epidemiología del hospital, describió al paciente como alguien que recién había tenido un diagnóstico confirmado de VIH en diciembre de 2023, así como que ya se estaba haciendo atender de manera ambulatoria desde septiembre, es decir tres meses antes.

“El paciente cuando se le hizo interrogatorio nos refirió que a él le ponían vías periféricas para hidratarlo porque presentaba diarreas”, relató.

Otra de las características que tenía es una inmunidad alterada y contaba con un uso de antibióticos porque se pensaba que tenía otras enfermedades como shigelosis o tifoidea.

Además señaló que inicialmente se pensó en la tuberculosis porque un familiar cercano que vivía con él había tenido la enfermedad. Con el tratamiento aplicado no avanzaba el cuadro clínico y llegó el resultado del hemocultivo.

“El hemocultivo que se realizó al paciente fue al momento del ingreso. El paciente ingresó por el área de Emergencia, se tomó el hemocultivo y este hemocultivo fue realizado, por medio de los familiares, a un laboratorio privado. Entonces este laboratorio privado hizo la notificación al Ministerio de Salud Público y ellos a su vez nos hicieron la notificación a nosotros”, se explicó.

Luego de esto se aisló al paciente y se buscaba el tratamiento para combatir el hongo. Cinco días estuvo el paciente con la medicación hasta que empeoró y falleció el 24 de enero pasado.

Otra de las profesionales mencionó que lo que llamó la atención del caso es que el hombre durante cuatro meses había estado bebiendo sangre de pichones, los cuales los mataba en su vivienda.

“No nos podríamos alejar que el contagiante principal fue la paloma, no pudimos hacer un contacto directo con el vendedor de la paloma porque queríamos hacer un estudio... Él vino contagiado al hospital, el germen no estaba acá”, refirió la doctora Johanna Macero, del hospital. (I)