Una hora y siete minutos duró la sesión ordinaria del Concejo Metropolitano que se desarrolló en el mercado de Chiriyacu. Los concejales iniciaron sus posturas ante la inclusión en el orden del día del análisis sobre la crisis municipal en torno a supuestos actos de corrupción, mocionado por la concejala Luz Elena Coloma.

“Si usted sigue interrumpiendo, señor concejal, cancelo la sesión. No hay condiciones, suspendo la sesión, cancelo, clausuro”, dijo el alcalde Jorge Yunda ante solicitudes del concejal Fernando Morales, y se retiró del lugar.

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Esta es la tercera semana que no se realiza de manera normal una sesión del Concejo Metropolitano; el 30 de marzo no se llevó a cabo por falta de cuórum, la anterior semana, el 6 de abril, no se convocó a los concejales por la realización de una sesión permanente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) metropolitano con la presencia del alcalde. Finalmente, la sesión de hoy fue abruptamente terminada por el alcalde Yunda y quedaron pendientes temas como la presentación de la situación sanitaria de Quito por parte de la Secretaría de Salud.

Ante el uso de la palabra, primero fue la concejala Luz Elena Coloma quien declaró que las últimas acciones afectan la credibilidad de la institución municipal, “usando la institucionalidad brandeando (colocar información visual) la imagen del alcalde, mientras la Secretaría de Salud tiene varios problemas como la adquisición de pruebas de antígeno para detectar COVID-19″.

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La concejala también repitió su pedido de que renuncie el alcalde de Quito.

El alcalde, por su parte, dijo que se han enterado por ciertas notas de prensa de una instancia reservada en la que los abogados no lograron tener información y algunos medios accedieron, también señaló que si cualquier ciudadano tiene indicios de una acción ilícita, él tiene la capacidad de defenderse con el debido proceso. Solicitó a todos los concejales que no hagan juicios de valor y adelantó que el 26 de abril tendrá el derecho de defenderse en la audiencia por el presunto caso de peculado en la adquisición de pruebas COVID-19.

Después tomó la palabra el concejal Mario Granda, quien dijo que desde el pasado 28 de marzo ya emitió su criterio, “ante los lamentables hechos que son de dominio público, como siempre debo ser coherente con la información jurídica y no dar opiniones buscando cualquier otra clase de protagonismo (...), por lo que hago un llamado a las autoridades para que intervengan con celeridad para esclarecer estos hechos que lo que hacen es avergonzar a la institucionalidad del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito”. También pidió que se sancione a las personas sin importar el cargo que ocupen en la municipalidad.

El concejal Juan Manuel Carrión puntualizó: “No podemos tapar el sol con un dedo, hay intromisión de actores ajenos en la dinámica municipal y aunque es inocente penalmente hasta que no se demuestre lo contrario, pero políticamente los concejales son los jueces de su actuar”. Ha dicho que no va a renunciar, pero el clamor de una parte de la ciudadanía es que dé un paso al costado, añadió el concejal enfatizando que ha ofendido la dignidad del puesto de alcalde.

Yunda preguntó si se le ha denunciado de algún chat, coima o algo por el estilo. Afirmó que no puede responder por los demás. Lamentó que funcionarios y familiares hayan cruzado chats y declaró que será la justicia la que tome decisiones, pero no permitirá juicios de valor. Si la gestión no le parece tiene el derecho de pensar, pero que la pandemia ha dejado una secuela grande económicamente y que más de dos mil vidas se han perdido, pero lejos de los 50.000 que fueron en otras ciudades.

Además repitió que no va a renunciar, que no sabe quién será su candidato para que ocupe su puesto, pero que deberá ganar en las elecciones.

Llegó el turno del concejal Fernando Morales, quien recalcó que no tiene nada personal en contra del alcalde, pero que son varios elementos en este año y ocho meses en los que los concejales han reclamado sobre la gestión del funcionario. “Sobre los chats se dice que deben ser judicializados y comprobados, claro que sí, pero si esos chats quedaban como la ilusión de un joven de tal vez adquirir o llegar a tener un contrato o llegar a incidir en el tema municipal y si hubiese quedado como una simple ilusión, podríamos entender ese razonamiento. El gran problema es que la gran mayoría de los temas en esos chats se terminó concretando”, precisó Morales.

Según el concejal Morales, los temas que presuntamente se han concretado en los mensajes del hijo del alcalde Yunda y su primo son la posesión de Estefanía Grunauer, exsupervisora de la Agencia Metropolitana de Control; Ximena Villafuerte, administradora zonal de Los Chillos y después jefa de administraciones zonales; contratos de cámaras para agentes de control; contratos con la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS), entre otros.

También puntualizó que sobre los mensajes filtrados, fueron los abogados los primeros en tener conocimiento y que ellos filtraron a los medios de comunicación.

“Lo suyo ya es personal conmigo y lo conocen todos los señores concejales y la ciudadanía”, respondió el alcalde Yunda. Le recordó que el concejal fue a su casa a jugar vóley y que en el pasado enviaba mensajes deseando feliz Navidad y bendiciones. “No sé qué le hice a usted y ha tomado una posición personal, yo no soy un hombre de confrontaciones y respetaré siempre su posición”, añadió.

Sobre los mensajes de su hijo con un primo, dijo que el pasado 8 de junio emitió un certificado de que no se ha contratado a ningún familiar del alcalde hasta en el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad. “Nunca tuve familiares en el Municipio, señor concejal”, enfatizó el alcalde.

Declaró que a todos los funcionarios tenía prohibido que se mantenga algún tipo de contacto con algún familiar o amigo y que eso les consta a los concejales de su equipo, menos al vicealcalde, de quien supone que ya no es parte de su bando.

Se concedió la palabra al concejal Eduardo del Pozo, entre reclamos del concejal Fernando Morales, el alcalde amenazó con cancelar la sesión si Morales continuaba con las interrupciones, y segundos después, así lo hizo. Se levantó y abandonó el lugar entre el pedido de explicación de los demás concejales. (I)