El anuncio de racionamientos de energía eléctrica rememoró a los ecuatorianos episodios en los cuales los gobiernos han tenido que aplicar estas medidas, lo que ha generado el descontento de la población.

El pasado jueves, el ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, anunció que el país enfrentaba el peor estiaje en los últimos 50 años y la demanda sobrepasa la producción de energía en el país.

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“Nos vemos en la necesidad, para precautelar que no exista un colapso eléctrico, disponer cortes puntuales y temporales del suministro de energía eléctrica en el país”, anunció Santos.

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En 1992 los ecuatorianos vivieron un programa de racionamiento que promovió el gobierno de Sixto Durán-Ballén y se dio por la falta de lluvias en las zonas donde se encontraban ubicadas las principales presas hidroeléctricas y el caudal de la represa Paute registraba un nivel de casi la mitad del promedio de metros cúbicos por segundo.

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El mandatario de ese entonces dispuso que desde el 28 de noviembre de 1992 se adelante una hora a la hora oficial y la medida duró hasta el 5 de febrero de 1993. A esta propuesta se la llamó la hora de Sixto o sixtina.

Con esto se buscaba disminuir el consumo de energía aprovechando la luz solar. Pese a que en el 2009 también hubo racionamiento de energía, no se volvió a aplicar la medida.

El docente universitario José Sampietro no considera que sea posible volver a implementar una dinámica parecida actualmente, debido al avance industrial y la demanda energética que requiere.

“Desde la época de Sixto Durán-Ballén hasta acá el escenario del país ha cambiado, existen muchas más fábricas industriales y estas no es que funcionan solo en el horario laboral, estas funcionan 24/7 y si las personas no van a sus trabajos, igual van a subir ese pico de energía en su casa que inclusive puede ser hasta un poco mayor”, añadió.

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Otro de los factores que también considera que inciden son los altos índices de inseguridad que se encuentran en las provincias, lo que dificulta que se cambie un horario laboral o el ingreso a universidades, colegios o escuelas. Además, mencionó que se agravará el problema del estiaje y el peor escenario se vería hasta diciembre.

“Se pudo haber evitado con una correcta gestión del mantenimiento de las plantas termoeléctricas del país y también con una correcta negociación con el Estado colombiano sobre la importación de la energía”, explicó.

Los ecuatorianos vivieron su primera jornada de racionamiento con varias complicaciones como un aviso anticipado de los horarios de corte, así como dificultades en la circulación vehicular ante el no funcionamiento de semáforos. (I)