Luego que casi todo el mes de julio la industria petrolea atravesó una aguda crisis por la paralización del sistema de transporte, la producción de crudo ya superó el volumen registrado antes de la emergencia en la provincia de Napo, la cual obligó a detener temporalmente el bombeo en el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y en el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE).