Como se esperaba, el directorio de Petroecuador aprobó los informes para la renegociación de los contratos comerciales con la empresa Petrochina. Se trata de un paso más en el proceso que emprendió el Gobierno en abril pasado. Las renegociaciones aprobadas incluyen los acuerdos a los que ya se llegó con China y que tienen que ver con la redistribución de los diez cargamentos mensuales que se entregaban a la empresa china.
Así, el acuerdo es que se entregarán cuatro cargamentos mensuales bajo prácticamente la misma fórmula, con una pequeña mejora en el precio; y, aunque el plazo de entrega era hasta el 2024, ahora, al reducirse el volumen mensual, se amplía el plazo de entrega hasta 2027.
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Otros cuatro cargamentos, que son parte del volumen extra, se tendrían que entregar bajo un nuevo contrato, pero ya con una mejora real, pues se lo manejaría con una fórmula de mercado. Finalmente, los dos cargamentos mensuales restantes se destinarán para la venta spot.
Tras la aprobación de la suscripción del quinto contrato modificatorio al contrato 2011203 y del segundo contrato modificatorio del contrato 2016279 entre Petroecuador y Petrochina, y de la firma de un nuevo contrato, aún deben cumplirse otros pasos: emitir la resolución respectiva por parte del directorio de la empresa estatal y obtener el visto bueno del Comité de Deuda, ya que estos contratos, excepto el nuevo, están atados a un tema de deuda.
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De acuerdo con los resultados conocidos, dice Fernando Santos Alvite, exministro de Energía, se trata de “una renegociación tibia”. Considera que se nota que el Gobierno no quiere enemistarse con China para mantener abierto el canal financiero con este país.
Para Santos, lo ideal hubiera sido que todo cargamento que se les venda en el futuro sea a precio de mercado. Pero lo cierto es que se seguirán vendiendo cargamentos con la fórmula anterior, que genera un precio muy descontado. Para Santos, se trata de una solución mixta, que representa algo de ganancia, pero que no era lo que el país esperaba. “Siguen llevándose una gran cantidad de crudo a un precio injusto para el país. Se ve que los chinos se han puesto firmes; en cambio, el Estado ha demostrado tibieza”, dice.
Para Santos, China es una potencia bastante dura, a la cual no le gusta reconocer sus errores. Y, en este sentido, quiere que se mantengan los contratos petroleros como se firmaron y que el Estado reciba la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que presenta graves daños. Santos asegura: “Esto refuerza el refrán que dice que los países no tienen sentimientos, solo intereses. La China lo está demostrando”.
Entre tanto, Walter Calle, líder del colectivo de profesionales Transformación Energética (TE), comentó que de acuerdo con su visión se trata de una renegociación positiva. “Desde el punto de vista de ingresos es bueno, porque vamos a tener más crudo disponible para venderlo mediante la vía spot”, explica. De esta manera se logrará también aprovechar el buen precio del petróleo en este momento.
Para Calle, hay que aprovechar la sinergia y apertura que ha tenido China, pues estos contratos están firmados y estaban santificados. China no daba su brazo a torcer, pero ahora ha accedido, explica Calle.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, ha opinado que al haber confirmado la Justicia norteamericana que se pagaron sobornos a través de Gunvor y Vitol para obtener estos contratos con privilegios, que generaron perjuicios de más de 3 dólares por barril, “renegociar estos contratos es un acto inmoral e ilegal”.
Para Villavicencio, la renegociación, tanto de las líneas de crédito como del nuevo contrato comercial de 28 millones de barriles, generará pérdidas a través de la intermediación. En el peor de los escenarios, dijo, si el presidente Lasso está en la línea de renegociar estos contratos corruptos con Petrochina y el Banco de Desarrollo China, los 28 millones de barriles deberían ser entregados con el precio spot, sin las fórmulas tramposas que se usaban en los contratos de largo plazo, es decir, de acuerdo con la última venta spot. Para Villavicencio, la empresa petrolera ecuatoriana debería suscribir un contrato con el modelo de Petroperú, es decir, entrega del crudo con el precio spot y con destino a las refinerías de Asia. (I)