A dos meses y medio de que se termine el Gobierno, el ministro del Trabajo, Andrés Isch, tiene la agenda copada, entre un juicio político impulsado en la Asamblea, la organización de la transición gubernamental, conseguir recursos para los bonos ofrecidos, el trámite de la Ley de Economía Violeta y el diálogo sobre reforma laboral. Por ello, Isch dice que comparecerá a la Asamblea para atender los requerimientos del juicio, pero no permitirá que este, que asegura no tiene sustento y es más un show político, lo distraiga de las tareas encomendadas.