La posibilidad de que los migrantes en Estados Unidos empiecen a pagar un impuesto por enviar remesas es más latente.

La Cámara de Representantes aprobó este jueves 22 de mayo el megaproyecto de ley presupuestario del presidente Donald Trump, que incluye un impuesto a las remesas del 3,5 %, en vez del 5 % previsto inicialmente.

El gravamen entrará en vigencia si el Senado también aprueba el proyecto de ley, el cual contiene un paquete de medidas de recortes presupuestarios, rebajas fiscales y seguridad fronteriza.

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Si los republicanos logran su objetivo en el Senado, el impuesto se aplicaría a los envíos de dinero que transfieran los extranjeros indocumentados, residentes permanentes, titulares de visas. Están exentos los ciudadanos estadounidenses.

En el caso de Ecuador, tomando en cuenta que en 2024 se recibieron remesas por $ 4.804,1 millones desde Estados Unidos, el impuesto del 3,5 % significaría alrededor de $ 168,14 millones.

Según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), en el año 2024 el país registró la cifra récord de $ 6.539,8 millones en la recepción de las remesas que los migrantes envían desde los países en los que se encuentran.

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De ese total, el 73 % provino de Estados Unidos, lo que equivale al 3,85 % del Producto Interno Bruto (PIB) ecuatoriano.

Las remesas percibidas desde ese país crecieron el 24 % en comparación con el 2023.

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Mientras se debatía el impuesto del 5 % en la Cámara de Representantes, el presidente de la organización 1-800 Migrante, William Murillo, comentó a este Diario que la iniciativa representaba “un castigo” más para los migrantes.

Murillo expresó que un impuesto encarecería las transacciones para enviar dinero, lo cual podría empujar a los migrantes a aumentar el uso de canales informales para transferir dólares o incluso recurrir a criptomonedas.

Economistas consultados dieron criterios diferentes sobre los posibles efectos en Ecuador.

Por un lado, se cree que la cantidad de remesas podría reducir, afectando los ingresos y capacidad de consumo de las familias que subsisten gracias al dinero que mandan los migrantes.

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De otro lado, se estima que probablemente no haya una disminución significativa de los envíos y que los migrantes asuman el costo adicional para no perjudicar a sus familiares en Ecuador. (I)