Cuando una persona solicita un crédito para comprar vivienda, financiar estudios, adquirir un vehículo o emprender un negocio, la entidad financiera busca la certeza de que el dinero prestado será devuelto. En Ecuador, esa garantía se respalda a través del seguro de desgravamen, una póliza que cubre el saldo pendiente en caso de fallecimiento, incapacidad total y permanente o enfermedad catastrófica del titular.



















