La garantía soberana de $ 77 millones que otorgó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a Ecuador, para respaldar inversiones privadas en proyectos de energía, se podrá ampliar hasta alrededor de $ 140 millones.

Juan Carlos De la Hoz, representante del BID en Ecuador, explicó que el directorio del organismo aprobó activar garantías adicionales, si fuera necesario, para cubrir otros proyectos.

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El delegado expuso el tema el martes 1 de julio, durante su participación en el evento Power & Renewable, Energies Ecuador 2025, organizado por Seminarium.

Explicó que la garantía del BID es una solución innovadora para respaldar el financiamiento, ofreciendo liquidez y confianza a los inversionistas privados en caso de inconvenientes con pagos desde entidades estatales.

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Aclaró que esta garantía se diseñó como un proceso secuencial, con la posibilidad aprobada por el directorio de activar garantías adicionales mediante un proceso acelerado si fuera necesario.

De esta forma, esperan movilizar hasta $ 1.000 millones en inversiones privadas, lo cual contribuirá significativamente a diversificar la matriz energética.

En ese sentido, indicó que la garantía inicial cubre hasta cinco meses de pagos atrasados a generadores privados si las distribuidoras públicas o el Gobierno incumplen. De tal manera que se reduce el riesgo de impago y, además, facilita el acceso a financiamiento.

De la Hoz resaltó el aporte que ha dado el multilateral al país para fortalecer al sector energético. “Hemos tenido préstamos de inversión, que ha permitido electrificación rural, refuerzo de redes, integración eléctrica, cambio de la matrícula energética, reconstrucción de redes, modernización y renovación del sistema, avance en la transición. O sea, todos los elementos que necesitan financiamiento del lado público”.

Incluso, señaló que los apagones del año pasado pudieron haber sido peores si Ecuador no contaba con las líneas de financiamiento del BID.

El representante en Ecuador resaltó además la relevancia que ha tenido el organismo en la región, para ampliar el acceso a la energía a zonas marginadas, disminuyendo brechas de exclusión.

Desafortunadamente, dijo, en la región de América Latina y el Caribe todavía hay 17 millones de personas que no tienen acceso adecuado a energía, lo cual es un factor de detrimento para las posibilidades de crecimiento y de desarrollo.

De ahí que desde el año 2016 hasta el 2021, el financiamiento del Grupo BID permitió que 2,7 millones de personas pudieron tener acceso a energía, lo cual es una cifra que todavía es pequeña con respecto a la brecha. (I)