Mónica tenía sus ahorros para su parto en junio pasado. No contó con una complicación a último momento. Su bebé estaba en peligro y junto con su esposo recurrieron a dos préstamos.

Más de $2000 gastaron y hoy están endeudados. “Me ingresaron a la clínica por cuatro días. Mi esposo tuvo que hacer un nuevo préstamo para que alcance el dinero. No pagábamos tarjetas de crédito, es decir, unas cosas pagábamos y otras no”, cuenta.

Mónica no solo tuvo estas complicaciones, también se contagió de COVID-19 y debió buscar más recursos para su tratamiento en casa. Ahora fían los alimentos y cancelan como pueden. También deben sustentar a sus otros dos hijos.

Publicidad

La emergencia que vivió Mónica, otros ciudadanos también la pasaron durante la pandemia aunque no en el mismo escenario. Unos se quedaron sin empleo o cerraron sus negocios. Sin embargo, no todos recurrieron a créditos bancarios.

Según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), el nivel de deuda bajó entre marzo y julio en un poco más de mil millones de dólares, esto significa menos operaciones crediticias.

De marzo a julio de 2020 se entregaron $8961 millones en crédito, lo que representa más de dos millones de operaciones. Mientras que en el mismo periodo del 2019 se otorgaron $10 584 millones a través de tres millones de operaciones crediticias.

Publicidad

Francisco Briones, director de Perspectiva y Money Invest, afirma que las personas evitan endeudarse porque desconocen si mantendrán el empleo, negocio u otra fuente de ingresos.

“El problema actual son las expectativas negativas de la economía. Todos los agentes económicos como los consumidores están con la incertidumbre de qué va a pasar en los próximos meses sobre todo porque se ve la alta tasa de desempleo, lo cual definitivamente va a impactar el consumo. La gente busca endeudarse menos porque sabe que no va a tener los recursos para cumplir con sus obligaciones en el futuro”, expresa.

Publicidad

De acuerdo con el Reporte trimestral de oferta y demanda de crédito, del Banco Central, al segundo trimestre del 2020, las solicitudes de créditos productivos, de consumo, vivienda y microcréditos se contrajeron en 87 %, 95 %, 85 % y 100 %, respectivamente.

“Esto se debe a la paralización de las actividades económicas y productivas derivadas de las medidas de cuarentena para enfrentar el COVID-19. Sin embargo, por el lado de la oferta, la banca continúa abierta y dispuesta para ayudar a la reactivación de las empresas y familias ecuatorianas”, indica Julio José Prado, presidente ejecutivo de Asobanca.

Banco Produbanco registró una caída del 57 % en los primeros seis meses del 2020, comparando con el 2019.

“Hay una disminución importante del 57 % de los créditos, es decir, si el año pasado tuvimos 100 solicitudes de créditos, ahora hemos tenido 42”, apunta José Ricaurte, vicepresidente de banca minorista de Banco Produbanco.

Publicidad

En esta entidad bancaria, los mileniales (nacidos entre 1981-1993) y la generación X (nacidos entre 1965-1980) son los que más solicitan préstamos. El primer grupo para comprar de vehículos y el segundo, créditos de consumo, vivienda y comerciales.

Muy poco con los baby boomers (nacidos entre 1946-1964) y centeniales (nacidos entre 1994-2010). Y ningún movimiento con la generación silenciosa (nacidos entre 1930-1945).

En tanto, el banco Bolivariano sí ha registrado un aumento del 28 % en operaciones crediticias este año. Los mileniales son los que más solicitaron.

“En lo que va del año 2020 se han concedido más de $45 millones en operaciones de crédito considerando todas las categorías: comercial, consumo, educativo y vivienda. En todos los grupos generacionales prevalece el crédito de consumo con más del 70 % de concentración en la cantidad de operaciones de crédito, a excepción de la generación Z (centeniales), donde la mayor concentración de operaciones de crédito recae en la categoría crédito educativo”, dice la entidad. (I)