Las exportaciones de café en los primeros cinco meses del año no tuvieron un gran decrecimiento como proyectaba la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé). Sus directivos esperaban una caída del 25 %, pero la afectación no fue tan dramática.

Pablo Pinargote, gerente de Anecafé, indicó que en los cinco primeros meses del 2020 se logró exportar 164 238 sacos, mientras que en el mismo lapso del año anterior fueron 166 976, es decir que la reducción fue del 2 %.

Por las exportaciones, en divisas, el país recibió $23,6 millones entre enero y mayo del presente año, mientras que en el mismo lapso del año anterior ingresaron $25,5 millones, es decir el 7 % menos.

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Lo que destacó Pinargote es que en estos primeros cinco meses del 2020 lo que más exportó fue café industrializado; se llegó a 159 876 sacos, mientras que en el mismo periodo del 2019 se vendieron 154 651; el contraste se evidenció en las exportaciones de café en grano, ya que entre enero y mayo del 2019 se exportaron 12 326 sacos de 60 kilos y en el presente año apenas se vendieron 4 362, es decir, 65 % menos.

Dijo que pese a las restricciones por la pandemia del COVID-19 el sector se ha mantenido y destaca el crecimiento de la venta de café industrializado en épocas en que las ventas del producto en cafeterías casi es nulo, pero que las empresas dedicadas a este negocio se han abastecido.

A los mercados fuertes, como Estados Unidos, se exportó el producto vía marítima, y desde ahí quienes lo adquirían los enviaban, por ejemplo, a Europa.

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“Pese a esto los importadores están cautos porque la pandemia no ha terminado y hay una disminución del consumo en las cafeterías del mundo, por ello es que incluso el precio de la tonelada de café se sitúa entre $1200 a $1300 en Londres”, declaró Pinargote, quien agregó que en estos días comienza la cosecha del grano en varias provincias del país. (I)