Más de dos décadas de esfuerzos para eliminar la pobreza extrema pueden perderse en cuestión de meses y millones de personas más pasarán hambre debido a la crisis del COVID-19, advierte un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de las Naciones Unidas.

Las agencias dicen que la región necesita medidas urgentes para evitar que la crisis de salud causada por el virus se transforme en una crisis alimentaria y proponen la creación de un ‘bono contra el hambre’ para los más vulnerables.

El informe de las agencias, titulado Millones de personas pueden caer en pobreza extrema y hambre en 2020 en América Latina y el Caribe debido al impacto de la pandemia, dice que el bono podría materializarse en transferencias monetarias, canastas o cupones de alimentos a toda la población en situación de pobreza extrema por seis meses, equivalente al 70 % de la línea de pobreza extrema regional.

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El costo de la bonificación equivaldría al 0,06 % del PIB regional, si se entrega solo a la población en pobreza extrema mayor de 65 años, o al 0,45 % del PIB si cubre a toda la población en pobreza extrema.

Sin embargo, la Cepal y FAO recomiendan que los países opten por la segunda opción, lo que tendría un costo estimado de $23 500 millones.

Ambas agencias proponen en su informe un incremento de al menos el 20 % de la cartera promedio de créditos de los últimos tres años, que sumaría alrededor de $5500 millones, para los productores del sistema alimentario.

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Adicionalmente, para las unidades agrícolas familiares más rezagadas, los expertos dicen que se necesita un kit básico de inversión de $250 dólares con un costo de $1700 millones en la escala regional.

Con la crisis causada por la pandemia se pronostica la mayor caída del PIB regional en un siglo, estimada en el -5,3 %, por lo que cerca de 16 millones de latinoamericanos caerán en pobreza extrema, llevando el total a 83,4 millones de personas las que tendrían dificultades para acceder a comida.

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“Vemos que hay un aumento en la posibilidad de una crisis alimentaria. Nuestra región acumula siete años de muy bajo crecimiento. Desde 2014 ha aumentado la pobreza. Con esta crisis que será la más grande en la historia de la región, sin duda va a haber un aumento de la pobreza extrema y el hambre”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Cepal. (I)