La pandemia de COVID-19 no da tregua, sigue castigando a todos los sectores sin excepción, pero justo en estas circunstancias de emergencia surgen ideas para enfrentar a este devastador enemigo.

Al inicio de esta emergencia sanitaria Belén Bustamante y Martina Álvarez empezaron a desarrollar la idea de revivir el trueque como una forma de intercambio de productos y servicios.

Martina es fotógrafa y quería renovar su marca, pero cuando apareció el coronavirus sus contratos se suspendieron porque sus clientes, al igual que el resto de la población, estaban en cuarentena. Ella conversó con una diseñadora y surgió el tema del trueque: "Oye, ¿Qué te parece si intercambiamos? Yo te hago fotos de los empaques y tú me haces mi logo. Ahí ponemos un valor que sea justo para las dos partes, sin transacción de dinero, sino solo intercambio de servicios". Así empezó todo, según Belén.

Publicidad

Luego ambas fundaron Trukana: Trueke de productos y servicios, una página que funciona en Facebook. La idea era hacer una comunidad donde se pueda practicar el trueque, en base a su experiencia y a sus necesidades, porque cada vez se necesita más cosas, pero no hay trabajo. Por ello, ambas aterrizaron sus ideas con parámetros claros.

"Ni siquiera dejamos que la gente utilice la palabra venta, dinero, plata, nada de eso, porque al ver esas palabras, sicológicamente te afecta y dejas de pensar en el trueque, es súper importante el tema de ser justos en el momento de valorizar el trabajo de los demás", dice Belén, quien agrega que uno de los principales objetivos de Trukana es rescatar esta alternativa económica ancestral sin dinero de por medio, con otras formas de valorización de las cosas, tanto bienes como productos y servicios.

La respuesta de la gente ha sido buena. El grupo de Facebook solo tiene un mes y ya cuenta con más de 9 mil miembros. "Es súper activa y es un trabajo de tiempo completo, demanda muchísimos esfuerzos para responder oportunamente a las inquietudes y conocer los trueques que suceden todos los días", explica Belén.

Publicidad

Se intercambia de todo. En servicios, hay ofertas de terapias psicológicas, clases de yoga, de idiomas, de pilates, y en productos lo principal, alimentos, plantas, semillas. En general, hay ofertas de máquinas para hacer ejercicios, juguetes para niños, ropa, instrumentos musicales, obras de arte, barcos a escala, entre otros objetos.

"La ubicación no es una barrera para ser parte de la comunidad, nos hemos dado cuenta en este tiempo que, muchísimos servicios se pueden dar en línea, queremos seguir creciendo y ayudar a la gente a adaptarse a este cambio tan fuerte con esta alternativa económica", apunta Belén.

Publicidad

En esta misma línea, el gobierno está promoviendo el trueque como una alternativa para apoyar el comercio justo en las provincias del país.

La ciudadanía, respaldada por el gobierno, ha logrado concretar estas ideas y ha evitado el desabastecimiento de productos.

En la parroquia Chiquicha del cantón Pelileo se concretó el Trueque Solidario, en el que los habitantes de Tungurahua y El Oro han intercambiado sus productos.

La provincia costeña de El Oro envío un contenedor con 10 quintales de cebolla, 10 de limón, 250 cajas de guineo y 250 libras de pescado. En la población de la Sierra se entregaron ocho toneladas de productos propios de la zona, como tubérculos, verduras y frutas.

Publicidad

Gran parte de los alimentos provenientes de Tungurahua se usaron para la elaboración de 740 kits de alimentos que fueron entregados a las familias que forman parte del proyecto de Erradicación del Trabajo Infantil en Machala, provincia de El Oro.

En Zamora Chinchipe también se realizó el trueque. Desde el cantón El Pangui se envió plátano, yuca, caña, papaya, pitahaya, naranja y mandarina hasta la población de Sigsig, en Azuay. Desde esta provincia, en cambio, entregaron zanahoria, manzana, col, cebolla de hoja, papa, nabo y ají.

En esta zona amazónica, esta práctica ancestral se mantendrá como un esfuerzo común entre las provincias para enfrentar la emergencia producida por la pandemia del COVID-19. En Gualaquiza también se ha realizado esta práctica de intercambio de productos.

En Santo Domingo de los Tsáchilas, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y pequeños productores fortalecen la venta directa al consumidor, gracias a los proyectos Agrotienda y Don Agro. Estos programas permiten la comercialización de una canasta de alimentos ecológicos a domicilio, los pobladores se quedan en sus hogares y evitan posibles contagios.

Además, una caravana de agricultores que ejecutan el proyecto Don Agro y funcionarios del MAG recorren diferentes barrios de Santo Domingo y La Concordia con ofertas al por mayor de productos de las zonas rurales. (I)