La pandemia de coronavirus ha cobrado cientos de miles de vidas de personas, ha puesto en jaque a empresas y a las economías de la mayoría de los países del mundo llevando sus sistemas sanitarios al colapso. Y a todo este impacto se suma el que está ocasionando en los procesos electorales programados para este 2020. Al momento hay 55 naciones que los han aplazado.

Ya varios países de América Latina y el Caribe han decidido retrasar comicios a nivel nacional y local debido a los riesgos de contagio que puede implicar una votación presencial para los votantes y los trabajadores electorales.

"Esta crisis nos ha enfrentado a la necesidad de modernizar y profesionalizar la gobernanza electoral... Ha generado desafíos en la manera de organizar elecciones pero también de hacer campaña; los partidos políticos deberán aprender a usar las nuevas tecnologías de la comunicación y la información", refiere Flavia Freidenberg, experta del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y coordinadora de la Red de Politólogas.

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Uno de los primeros aplazamientos fue el de Bolivia, que tiene pendiente desde octubre pasado elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores luego de que los comicios fueran anulados por presunto fraude. Evo Morales renunció y ahora está refugiado en Argentina.

El gobierno interino de la presidenta Jeanine Áñez pospuso indefinidamente sus elecciones generales, previstas para el 3 de mayo. "Mi candidatura tiene la fuerza no solo para competir en la elección, sino para ganar las próximas elecciones, pero sería una irresponsabilidad terrible anteponer los intereses políticos antes que la salud y la vida de los bolivianos”, dijo Áñez.

Otro proceso diferido es el referendo constitucional de Chile, el que debía realizarse el 26 de abril, pero fue reprogramado para el 25 de octubre. En ese país se considera a este proceso como una posible salida para el estallido social y que pese a la pandemia se mantiene latente entre la población.

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"Los retrasos pueden y deben ir acompañados de un calendario claro de reprogramación de las elecciones, establecido entre todos los actores políticos implicados. Pero, sin lugar a dudas, la crisis no solo afectará las fechas electorales, sino también... a los resultados de las elecciones al cambiar quién vota, dónde vota y cómo vota", afirma Razvan Vlaicu, economista en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su artículo COVID-19: Amenazas y oportunidades para la democracia.

Vlaicu menciona que en los países en desarrollo de América Latina y el Caribe, "no solo las economías serán más débiles, sino también las democracias más frágiles" y que el impacto de la pandemia podría "desestabilizar las prácticas democráticas, desde el voto y las protestas hasta los derechos civiles y afectar la confianza en las propias instituciones democráticas".

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Además de Bolivia y Chile, también Uruguay y Paraguay han postergado sus elecciones municipales previstas para el 10 de mayo y 29 de noviembre, respectivamente. En el caso de México, los estados de Coahuila e Hidalgo aplazaron también sus comicios locales previstos para el 7 de junio. Y en Centroamérica, República Dominicana aplazó sus elecciones presidenciales que debían realizarse hoy hasta el 5 julio.

Durante un reciente comicio local en EE. UU. se respetó el distanciamiento social.

Sin embargo, hay países que hasta el momento no se han pronunciado sobre ningún aplazamiento y continúan con sus calendarios electorales como Brasil (4 de octubre) y Belice (1 de noviembre).

En el caso de Venezuela, que tiene elecciones legislativas para el 6 de diciembre, el régimen de Nicolás Maduro dejó en claro que es el Tribunal Supremo de Justicia en su Sala Constitucional, el que debe tomar la decisión, publicó BBC.

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En tanto, Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, que prevé realizar sus elecciones presidenciales y legislativas el 3 de noviembre, ha optado por continuar con su calendario electoral e incluso con algunas de las votaciones primarias de demócratas y republicanos en los distintos estados.

Como antecedente, Corea del Sur celebró sus elecciones legislativas el pasado 15 de abril en medio de estrictas medidas sanitarias para evitar nuevos brotes de coronavirus.

Estos comicios sentaron un precedente ya que estuvieron marcados por discursos virtuales, candidatos con mascarillas y ni rastro de manifestación política en las calles. Lograron realizarse con éxito.

Corea del sur realizó sus comicios el pasado 15 de abril en medio del brote de COVID-19.

Los comicios están bajo la lupa internacional por ser una de las primeras elecciones que se realizan desde el estallido del brote de coronavirus.

"La experiencia de Corea del Sur... puede generar aprendizajes para lo que viene en el futuro... pero ya hay expertos y expertas" y organismos que "han preparado documentos con recomendaciones muy puntuales respecto a la gobernanza electoral, la seguridad sanitaria en medio del proceso y sobre cómo agilizar procesos de la mano de la tecnología electoral sin afectar derechos políticos y electorales", apunta Freidenberg. (I)